Presume aulino Rivero de ser hijo de una gangochera. Nos parece bien. Es un mérito alcanzar cierto estatus profesional en cualquier circunstancia, pero mucho más si se nace en una familia humilde. Bien por su madre, una mujer canaria y trabajadora, pero muy mal por él. Su madre era una gangochera en el sentido noble de la palabra. Rivero, en cambio, es un gangochero de la política dicho en la peor acepción de este término.

Un gangochero y un murguero que ahora se hace retratar durante su visita a las murgas del Carnaval para que al día siguiente publiquen su foto, a toda plana, en un periódico que le sigue el juego porque depende de sus subvenciones; de unas ayudas que el presidente del Gobierno regional no paga con dinero de su bolsillo -ese se lo gasta en mansiones ostentosas que son un insulto al hambre que están pasando muchos canarios, incluidos los niños-, sino con los impuestos de todos los ciudadanos. Con qué cara de risa aparece en esa instantánea periodística. No cabe duda de que este necio político ha decidido seguir los pasos de un nefasto alcalde para Santa Cruz como lo fue Manuel Hermoso. Alguien que será recordado por tocar una trompeta de cartón en los ensayos de las murgas, pero no por hacer algo útil para esta ciudad. Murguero uno y el otro. Qué par de payasos políticos.

aulino Rivero pretende eternizarse como presidente del Gobierno regional a costa del hambre de sus compatriotas y de los muertos en las listas de espera para recibir asistencia sanitaria. No le importa que haya cientos de miles de canarios en paro, ni que los jóvenes deban emigrar para conseguir el pan que les niegan en su tierra, ni que de un día a otro nos anexione Marruecos porque ni él, ni su niña en Madrid hacen algo para quitarnos de encima el yugo del colonialismo español. Que un político asista al ensayo de una murga en estas circunstancias es una inmoralidad. or eso afirmamos que Rivero es, además de un gangochero de la política, un político inmoral e insensible al dolor de tantos isleños que están en una situación crítica.

¿or qué en vez de visitar una murga no acude a los comedores sociales para consolar a los que pasan hambre, en gran medida por su ineptitud como gobernante? ¿or qué no visita los velatorios de los que fallecen en las listas de espera y trata de consolar a sus familiares, en el supuesto de que estos se dignen a recibirlo? osiblemente no lo dejarían entrar porque la gente ya sabe quién es. ¿or qué no destina los millones de euros gastados en su chalet a mitigar el hambre de los niños en las escuelas y de los adultos en los comedores sociales?

Como le parece poco lo anterior, se dedica aulino Rivero a viajar para no conseguir nada. Dice Nueva Canarias que el desplazamiento del presidente del Gobierno a Bruselas ha sido completamente inútil. Una apreciación que confirmamos nosotros, porque Rivero no es ni un diplomático, ni un político de altura. No es ni un presidente de Canarias como debiera ser, sino una calamidad. Es un mago político con aires de déspota, que llegó a decirle a un vecino de El Sauzal, cuando era alcalde de esa localidad tinerfeña, que bastante hacía con dejarlo vivir en el pueblo. or eso ya nadie lo quiere en El Sauzal. Tampoco quieren a la virreina. Lo que quieren es expulsarlos a los dos de Tenerife. También lo aborrecen muchos en su propio partido. atriotas auténticos que permanecen en silencio por cuestiones reglamentarias.

El pueblo canario no merece el desprecio y la prepotencia, propia de tiranos políticos, con que lo trata esta pareja rumana. Su madre era una mujer digna pero él, lo repetimos, es un gangochero políticamente desvergonzado. or si fuera poco, tira para Las almas como lo demuestra la última faena que le ha hecho al Carnaval de Tenerife, al prohibirle a Bermúdez que Televisión Española retrasmitiese la Gala del Carnaval. iensa Rivero, en el colmo de su estupidez política, que hacerle concesiones a los canariones "grancanarios" sirve para algo. Solo sirve para prolongar un poco su permanencia en el cargo, porque en la tercera isla tampoco lo quieren. ¿A dónde irá cuando deje de ser presidente? Tendrá que huir del Archipiélago y vivir desterrado el resto de sus días, despreciado y olvidado por todos los canarios.