Vivimos en un territorio volcánico y tenemos la obligación y la responsabilidad de tener los datos más precisos para estar preparados ante un posible riesgo para actuar con rapidez". Así se pronunció ayer el presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, para destacar la importancia de la labor que desarrolla el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), una entidad que la corporación insular financia en solitario.

Melchior se confesó "desanimado" ante la falta de implicación de otras administraciones, pero confirmó su voluntad de seguir adelante. Eso sí, alertó de que el Cabildo continuará aportando los 240.000 euros que actualmente destina a Involcan "hasta que pueda".

Durante la presentación del balance de la actividad del instituto en 2012, el presidente recordó que tanto el Parlamento canario como las Cortes generales se han comprometido a impulsar la participación de los gobiernos autónomo y central en este organismo de investigación y vigilancia volcanológica.

El director de Involcan, Nemesio Pérez, destacó que la memoria de actividad del pasado año refleja el compromiso del instituto por la gestión científica del riesgo volcánico sin olvidar las bondades de vivir en una región volcánicamente activa como Canarias.

Pérez fue muy crítico con el Instituto Geográfico Nacional (IGN), quien, a su juicio, se comporta en ocasiones como "el perro del hortelano" -ya se sabe: ni come ni deja comer-, como lo demuestra el hecho de que, pese a ostentar las competencias en vigilancia volcánica, solo tuviera un sismógrafo en El Hierro cuando en la Isla comenzó la crisis volcánica.