La glorieta del Padre Anchieta sigue sin la presencia de esa iluminación tan demandada por vecinos y la Hermandad de los Caballeros del beato lagunero, para que de noche la escultura del apóstol de Brasil pueda ser admirada por quienes acceden o salen de la ciudad o por los que pasan por la misma hacia Santa Cruz o la zona norte de la isla de Tenerife.

Los problemas comenzaron cuando fue denunciada que la flora de la glorieta era de porte tan alto que ya estaba ocultando de día la escultura de Anchieta. Las críticas hicieron efecto, ya que el Cabildo Insular de Tenerife procedió a podar las palmeras y quitar una flora existente y lograr que sobresaliera el monumento dedicado al beato lagunero.

El tiempo ha pasado y la segunda parte de la crítica ha sido olvidada por parte del Cabildo, ya que de noche la rotonda tiene farolas que proyectan luz hacia la vía que la rodea pero no hacia la escultura, por lo que no se aprecia.

La solución según un técnico consultado es muy fácil y consistiría, si no se quiere hacer una mayor inversión, en poner un simple foco en una de las farolas que proyecte su luz e ilumine la escultura para ser admirada como se merece también por la noche.

Quienes critican esta dejación precisan que "a veces los organismos oficiales se centran tanto en los grandes proyectos que no atienden pequeños detalles, cuya repercusión es bastante grande, ya que un símbolo tan emblemático de La Laguna como es la escultura del Padre Anchieta no es para que quede en penumbras, sino para que brille también de noche, dada la repercusión mundial que tiene el apóstol de Brasil.