Desde que llegó a la Dirección General de Patrimonio y Contratación del Ejecutivo canario en octubre de 2010, cuando el PP abandonó el Gobierno, Abel Morales (Santa Cruz de Tenerife, 1980) no ha hecho otra cosa que recortar en alquileres, vehículos y seguros. Reconoce que en otros tiempos se hicieron gastos por encima de lo que se debía y advierte de que si sobrara personal habría que tomar medidas.

Me parecen bien las decisiones que se han tomado. Hay que adecuar la estructura del Gobierno a la situación en la que vivimos. No se pueden seguir manteniendo centros directivos que antes gestionaban millones. A esa gente hay que meterla en otras áreas para hacerlas más competitivas y para darle un mejor servicio al ciudadano.

Pero el ahorro en altos cargos y personal eventual apenas es de un millón.

Todo depende de la óptica con la que se mire. Claro que se puede profundizar mucho, pero no podemos caer en la banalidad de que el coste siempre se dirige hacia los políticos. El coste de los altos cargos de este Gobierno es el que es -7 millones- y no es mucho. Lo que no puede pasar es que casi la mitad del presupuesto autonómico sea para pagar personal.

Deduzco que hubiera recortado de otro sitio.

Podemos hablar de que el recorte en altos cargos es mucho o poco, pero entiendo que se ha adecuado, aunque todo se puede mejorar. Pero, insisto, si hacemos esa lectura de los altos cargos, también la podíamos hacer en la totalidad del presupuesto y en todas las partidas presupuestarias.

Sería partidario entonces de recortar en personal, si de verdad sobra.

Si sobra hay que tomar medidas. Lo que no puede hacer el Gobierno es emplear a toda la ciudadanía. Tenemos que tener una sociedad competitiva, y el Ejecutivo tiene que prestar servicios y ser eficiente. Pero si sobran habrá que sacarlos. Ahora, no me compete a mí decir si sobran o no.

¿Encontró muchas cosas ajenas a la realidad económica cuando llegó a la dirección general?

Los gobiernos son una foto de la sociedad. Llegué a la dirección general despuntaba ya la crisis, y, al igual que en los hogares, había -y hay- cosas que hay que adecuar a los momentos que vivimos. Intentamos trabajar sin que se destruya empleo y de ahí la reducción de horas que hemos hecho en limpieza y seguridad para que no haya despidos.

Se lo decía porque han trascendido asuntos como la polémica ducha de hidromasaje.

Pudo costar 300 o 400 euros y no fue mi competencia ponerla. Cuando salimos de un inmueble alquilado el propietario nos pide, en ocasiones, que lo dejemos como está y en otras no. En ese caso, derrumbamos el baño y las piezas las utilizamos en otras dependencias.

Pero era un reflejo de que el dinero costaba poco.

Por lo que me dicen los técnicos de ese momento salía más barato esa pieza que otro tipo de obras. Sí es verdad que se han hecho gastos muy por encima de lo que se debería. Por eso toca una política de ahorro para prestar los servicios de la mejor forma.

En esa política esta dirección general parece dar ejemplo, por lo menos hasta ahora. ¿Cuánto se ha ahorrado hasta la fecha?

En alquileres, desde el año 2009 hasta 2012 se redujeron 10 millones de euros. Se pasó de 23 millones a 13. En 2013 intentaremos reducir 4 millones más, con la supresión de los alquileres de Justicia en La Laguna y Las Palmas, principalmente. En cuanto a lo seguros, la reducción ha sido del 13%. Pero no nos vamos a quedar ahí. Estamos actualizando el inventario de la Comunidad Autónoma haciendo un nuevo análisis de riesgo de todos y cada uno de los bienes para después hacer una aseguramiento más eficaz.

¿Qué cambiaría?

Haciendo un análisis de riesgo de todos los bienes habrá algunos que sea importante tenerlos a todo riesgo y otros con una franquicia mayor o menor o un aseguramiento con una cantidad adaptada. Lo que queremos es generar un mayor ahorro sacando un concurso de compañías para aminorar esas cantidades.

¿Cuántos bienes inmuebles tiene la comunidad?

No sabría precisar, pero son muchos y en todas las Islas. Hemos intentado unificar el mayor número de centros directivos, con lo que no solo se ahorra en alquileres, sino que también se optimizan recursos -comparten uso de fotocopiadora o destructora de papel-. Además, hay que optimizar los espacios. No puede ser que todos los empleados públicos tengan un despacho. Hay que ir a trabajar hacia espacios abiertos. Respecto a los inmuebles, también hay que optimizarlos. Nos desprenderemos de los que no nos sirvan. Y a los que tengan un valor arquitectónico se les tratará de sacar aprovechamiento. Un patrimonio bien administrado es muy rentable.

¿Es imposible que la Comunidad desarrolle su labor en centros cien por cien de su propiedad?

Llegar al alquiler cero es el objetivo. Vamos por muy buen camino.

¿Cómo están los procesos de venta?

Elaboramos un paquete de inmuebles en Santa Cruz y Las Palmas que vamos a sacar a la venta. Locales con poca o ninguna actividad, parcelas, etc. Eso sí, nunca se va a malvender. Será con valores de mercado.

Se han suprimido 150 coches. ¿Con cuántos se sigue contando?

Hay que prestar servicios en todas las Islas. Quedan unos 500 vehículos. No llega al 10% los que son coches oficiales. Son vehículos de servicio, para ganadería, pesca, policía, etc. Continuaremos vendiendo, porque la intención es crear un "pool" (parque) de vehículos por edificios de usos múltiples. Los podrán compartir empleados y cargos públicos, y estarán mañana y tarde. Intentaremos también crear un pequeño taller de mantenimiento con personal de la Comunidad, por tanto generaremos ahorro al no llevar los coches a talleres externos para operaciones sencillas. Estará ubicado en el laboratorio de Obras Públicas de Geneto.

¿Sería partidario de eliminar el uso exclusivo de vehículos oficiales para altos cargos?

Es lo que vamos a hacer en los centros directivos que estén en los edificios de usos múltiples. Intentaremos con las subastas vender vehículos y comprar monovolúmenes.