La cooperación reembolsable (créditos a bajo interés para pequeñas y medianas empresas en países de renta media para desarrollar su tejido empresarial) se convertirá en uno de los principales instrumentos de la ayuda española al desarrollo para los próximos cuatro años, en estos tiempos de crisis económica.

Expertos del ramo consultados por analizaron este nuevo tipo de cooperación, que representa aproximadamente el 19 por ciento (%) de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) para este año.

El secretario general de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Gonzalo Robles, explicó que la ayuda reembolsable adquiere un concepto más "amplio" en el Plan Director de la Cooperación Española 2013-2016, que marca la hoja de ruta de la asistencia exterior, ofreciendo nuevas posibilidades de actuación a través de este mecanismo.

Entre las diferencias con la cooperación no reembolsable, que era a fondo perdido, se encuentra que los receptores de estas ayudas deberán devolver la cantidad prestada además de un interés blando, es decir, menor que el que podrían encontrar acudiendo al mercado financiero internacional.

La investigadora de Cooperación Internacional del Real Instituto Elcano, Iliana Olivé, indicó que es "difícil" englobar este tipo de ayuda dentro de una sola categoría específica, ya que incluye préstamos de Estado a Estado, financiación vía microcréditos e inversiones en fondos de capital para apoyar a las empresas.

España ya utilizaba algunos de estos instrumentos a través de los extintos créditos FAD, que estaban dirigidos a promocionar empresas españolas en el extranjero mediante la cooperación exterior, y que a partir de ahora formarán parte de la AOD.

"Las experiencias de los años 80 y 90 indican que es preferible que se financien actividades que generen una rentabilidad y, por lo tanto, capacidad de reembolso", dijo la investigadora Olivé.

Para la ONG Cooperación Internacional ambos tipos de instrumentos de ayuda, tanto la reembolsable como la no reembolsable, son "distintos, compatibles y complementarios".

A juicio de esta organización, mientras que la cooperación tradicional pone el foco en el ser humano, la reembolsable se centra en el tejido económico, por lo que "ambas son importantes".

Sin embargo, otras ONG como Intermón Oxfam son críticas con este tipo de ayuda, según advirtió su responsable del programa de servicios esenciales, Verónica Hernández.

"Los países subdesarrollados necesitan sanidad, educación y alimentación, y eso no se puede pagar con un crédito", afirmó Hernández.

Además, consideró que la razón por la que el Ejecutivo introdujo este mecanismo no es seguir criterios humanitarios, sino, por un lado, cumplir con las cantidades "mínimas" de AOD a las que España está comprometida y, a su vez, reducir el déficit al 4,5% para 2013, como marca la Unión Europea.

"Como es una cooperación que se tiene que devolver, no computa para el déficit que tiene el Estado, por lo que funciona como un truco contable", añadió.

En este sentido, Gonzalo Robles defendió la capacidad de este sistema para conseguir ambos objetivos a la vez.

"Estamos en un contexto en el que queremos mantener compromisos de cooperación, tener un papel activo en el mundo, ser solidarios y cumplir las obligaciones con la UE; por lo que combinar ambas cosas es lo que debe hacer cualquier país inteligente", indicó.

Desde Intermón, Hernández insistió en que es un "escándalo" que en el punto 188 del Plan Director de la Cooperación Española 2013-2016 se hable de "lograr sinergias" con la presencia de empresas españolas en el extranjero a través de la cooperación reembolsable.

Incoherencia

La representante de Intermón Oxfam, Verónica Hernández, criticó abiertamente el procedimiento de ayuda por el que apuesta Cooperación Internacional para el Desarrollo a través del Plan director de la Cooperación Española 2013-2016. "Es incoherente con la legislación", ya que está en contra "de la legislación, está en contra de las instrucciones del comité de ayuda de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)". Antiguos prejuicios Sin embargo, el titular del área, Gonzalo Robles, puntualizó que la ley "es muy estricta" en este aspecto e indicó que los acuerdos no estarán ligados a la contratación de empresas españolas en el extranjero, como ocurría con los créditos FAD, por lo que calificó estas críticas como de "antiguos prejuicios". Este instrumento no está pensado para la empresa española, sino para el tejido pequeño y mediano de los países en desarrollo."