La esperada reforma migratoria de Cuba, una de las medidas más populares emprendidas por el presidente Raúl Castro, entró ayer en vigor con la supresión de restricciones para viajar al exterior y medidas para facilitar las visitas de emigrados a la Isla.

A partir de ahora, los cubanos solo necesitarán para viajar al extranjero tener su pasaporte corriente en regla y el visado que les exija el país de destino, al quedar suprimidos los restrictivos trámites del permiso de salida y carta de invitación.

La Dirección de Inmigración y Extranjería (DIE) de Cuba asegura tener "todas las condiciones creadas" para ofrecer sus servicios en las 195 oficinas habilitadas en el país para expedir nuevos pasaportes. Para obtenerlo, solo será necesario mostrar el carné de identidad, excepto en el caso de los menores de edad, quienes deben ser autorizados por sus padres o representantes legales.

Los pasaportes emitidos antes de este 14 de enero a mayores de 18 años serán actualizados "de oficio", sin recurrir a las oficinas, y en el caso de los menores sí deben renovarse.