Lenguas Largas inauguró anoche el escenario principal instalado en el recinto ferial de la capital tinerfeña en el primer concurso del Carnaval 2013. Detrás de Lenguas Largas, desfilaron en el escenario de "luz" El Cabito, Chinchositos -que celebra sus bodas de plata- Rebobinados, Retorciditos, Carricitos y Paralepípedos. En el certamen de la crítica y el humor de la cantera del Carnaval brillaron con luz propia Rebobinados, tercer premio de Interpretación y premio criticón infantil 2012, que, con letras de Carlos Casanova, parecían llegados de otra galaxia. Sin duda, con ellos, el Carnaval "rebobinó" anoche, dejó en el olvido la mala gala inaugural del día anterior y recuperó con mucho lo mejor de la fiesta de la máscara, justificando el sueño de todo murguero: tener un repertorio cargado de magia. Y eso, a pesar de que su autor, Carlos Casanova, está "peleado" con el reloj y alarga la duración.

Los primeros en cantar, Lenguas Largas, de Yeray Vargas, hicieron gala de buenas voces, de la mano de Óscar Gómez, sin las letras de años anteriores. Cantaron simulando que estaban sentados y eso les redujo la movilidad. Siguió El Cabito, los segundos. Con David Díaz han mejorado muchísimo. Pocas voces, pero fueron al grano sin complicarse y vocalizaron. Sorprendió también la idea de su segundo tema, "una de dibus", al intentar establecer similitud entre la realidad y los dibujos animados.

Chinchositos, con Lolo Tavío en el apartado musical y con Berto Marichal a la cabeza, celebraron 25 años. Fueron de más a menos. Su premio, mantenerse fieles en el Carnaval y un disfraz "a galope".

Rebobinados fueron los cuartos y los mejores de la noche. Grandes. Lo peor, el crono. Sus letras, oro: las profesiones y "murgaflexia", para deleitarse en la genialidad de un grande: Carlos Casanova.

Retorciditos, llegados de Granadilla y con Fran Conde, demostraron que luchan por estar a la altura de los grupos de Santa cruz, pero mantienen la reminiscencia de las letras sociales y un intento por hacer humor al contar una especie de historia.

Carricitos, de Bayra Cabrera, lucieron un disfraz de pato e intentaron sacar partido a este lema como hilo conductor. Su segundo, dedicado a Facebook, era una buena idea, pero faltaba vocalización. Y un poco más humor y menos acidez por parte del letrista.

El broche de la noche lo puso Paralepípedos, que en sus primeros minutos de actuación aventuraban una espectacular actuación, como la época de oro de los grandes. Incidieron en cuidar el carnaval, predicaron con el ejemplo y reprocharon a las murgas adultas el mal ejemplo. Mucha fuerza, buen ritmo. Empezaron tan arriba que fueron de más a menos. Los segundos mejores, escalones por debajo, de Rebobinados.

El Día incluirá en la edición de mañana una amplia información de la primera fase de anoche.