Esto es como el chiste del gomero que había estudiado lógica deductiva en stados Unidos. Cuando a su regreso a la isla un amigo, al que conocía bien, le pregunto qué era eso, le expuso la siguiente concatenación: "¿Tú tienes pecera? -la había visto de joven en su casa varias veces antes de irse a la Universidad de Princenton, en Nueva Jersey-?". "¡Sí!", contestó el otro medio asombrado. "¡Bien!, pues entonces deduzco que eres un amante de los animales. Deduzco que te gusta la naturaleza y que eres un hombre de los de antes, por lo tanto que te gustan muchísimo las mujeres".

Asombrado por la ciencia desplegada por el colega, al día siguiente le comentó a un tercero que Chinea había regresado de la Universidad de Princenton, en USA, y que había estudiado lógica deductiva. Cuando este tercero preguntó "¿qué es eso?", él quiso explicarlo con la misma relexión: "¡Joder! Te lo enseño con un ejemplo: ¡vamos a ver!, ¿tú tienes pecera?"; "¡no!", contestó aquel. ntonces, tomándose unos segundos para hacer la deducción y bastante perplejo por lo que el resultado indicaba, dijo: "Coño, ¡tú lo que eres es un tremendo maricón!".

Pues lo mismo. Suponga ahora que usted se llama Alemania. ¡Hola, Alemania! Resulta que -ceteris paribus- cuando el euro se estabiliza y la presión de los mercados sobre la prima de riesgo en los países periféricos remite, como ahora, el euro sube con respecto al dólar. La divisa comunitaria sube con fuerza colocándose a un cambio superior a los 1,33 dólares por euro, que era la zona de máximos de este pasado año, rebasando al mismo tiempo la importante resistencia que encontró y que generaba un tono muy positivo en par. Después de la reunión en la que Mario Draghi dejó la puerta abierta a una rebaja de los tipos en la próxima cita de BC del mes de febrero, estas expectativas han llevado al euro hasta los 1,34 dólares, para después retroceder un poco hasta los 1,33 y realizar un apoyo sobre la resistencia superada. s posible que el par alcance a corto plazo niveles de 1,35/1,36 si los máximos vuelven a ser superados. ntonces, resulta que cuando los bonos españoles o italianos se colocan un poco mejor en subastas en las que bajan las presiones sobre ellos, como ahora, y dado que se suaviza el efecto refugio o miedo, usted, que se llama Alemania, tiene que pagar más para hacer atractivas sus emisiones.

Berlín emitía sus bonos a un interés cada vez más bajo. n el mercado secundario, los títulos alemanes a dos años llegaron a cotizar a intereses negativos o equivalentes a cero. La situación desesperada de las economías periféricas beneficia también a la banca germana, que sigue inmersa en el proceso de recapitalización impuesto por Bruselas. Como la valoración de sus carteras de deuda se hace a precio de mercado, países como spaña e Italia deberán provisionar caídas de una media de dos dígitos, mientras que los bonos alemanes, mayoritariamente en manos de las entidades del país, apenas se deprecian. Teniendo en cuenta que, además, usted tiene la sartén cogida por el mango, ¿qué haría si fuera Alemania?

Pues aceptar, como tienes que aceptar porque si no se te ve descaradamente el plumero, ir dando pasos en pro de la estabilización del euro, pero, eso sí, tan lentos y garantizados -porque sabes que los otros están apretados- como un desfile de cojos. Desde luego, este año 2013 olvídense, es un año electoral en Alemania y el egoísmo vende mucho.

Se deduce, pues, que si no se estabilizan los mercados financieros vamos a tener que seguir pagando unos enormes diferenciales, con lo que las políticas importantes destinadas al estimulo o crecimiento tardaran en llegar desde uropa, que es la única que puede patrocinarlas como es debido. Y si esto sucede, los activos de dudoso cobro en manos de bancos, cajas, cooperativas de crédito y establecimientos financieros, que suman ya 190.516 millones de euros (para los canarios más de una decena de miles de millones, que se dice fácil), aumentando en 1.910 millones sólo en el mes de noviembre, según los datos provisionales publicados por el Banco de spaña, van a seguir incrementándose.

s decir que deduzco que si el euro sube las morosidades, y en concreto las que están en manos de las entidades de crédito, van a seguir aumentando y por lo tanto vamos a seguir jodidos y malvendiendo el oro que atesorábamos.

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