La Semana de la Moda masculina de París vivió ayer una espléndida jornada de cierre gracias a las colecciones de Saint Laurent, a cargo del gurú del armario del varón, Hedi Slimane, así como de Agnès B. o Lanvin.

El director artístico de YSL fue fiel al destino que le encamina irremediablemente a los pantalones pitillo y las chupas rockeras, a la vez que desarrolló los abrigos de piel, las capas y las trencas.

Sus diseños entusiasman y, así, en esta segunda aparición en su era como director artístico de Saint Laurent, llevó sus tijeras hasta los pantalones, en los que realizó diferentes incisiones horizontales, algunas de las cuales fueron cubiertas con cremalleras.

El modisto franco-italo-tunecino, que va forjando una leyenda, eligió el rojo como color del próximo otoño-invierno, además del tradicional negro, y explotó el punto y el cuero. El género quedó diluido en unos modelos andróginos, con la intención de que estas prendas no se limiten al guardarropa masculino.

Tan ansiado regreso al mundo que le dio fama internacional atrajo a la directora de la edición estadounidense de Vogue, Anna Wintour, a la primera dama de Francia, Valérie Trierweiler, así como al presidente del grupo PPR, al que pertenece YSL, François-Henri Pinault, y su mujer, la actriz mexicana Salma Hayek, quien calificó la colección de "fantástica".

Slimane salió a saludar al final del desfile con una chupa de cuero y, ante la ovación, no pudo evitar esbozar una sonrisa.

Agnès B. impresionó con una colección llamativa y original que presentó en un desfile que contó con un espectáculo de música y danza, protagonizado por Paulo Gouda, hijo de Grace Jones, y el malagueño Pepe Muñoz, y que finalizó con la aparición del campeón olímpico de judo, el francés Teddy Riner.

La creadora, que abrió su primera tienda en 1975, demuestra que la sencillez combinada con la imaginación da como resultado prendas únicas, como pantalones con elipsis estampadas en diferentes tonalidades cálidas o como una capa negra superpuesta a una sudadera blanca con garabatos oscuros. "Dejo volar mi imaginación", aseguró Agnès B. sobre la concepción de su colección, que en esta ocasión ha partido de referencias como el oeste americano o James Dean.

El género quedó diluido en unos modelos andróginos, con la intención de que estas prendas no se limiten solo al guardarropa masculino./ EFE