El turismo internacional no repitió el año pasado los excelentes resultados de 2011 en el Archipiélago. Era de esperar -entre otras cosas porque se han desvanecido los efectos de la "primavera árabe", que disuadió a muchos turistas de dirigirse a destinos como Túnez o Egipto-, pero lo cierto es que este mercado ha pasado de subir espectacularmente a descender, aunque sea ligeramente, mientras que el conjunto del país ha experimentado un alza del 2,7%, según los datos de Frontur.

La caída, del 0,7%, ha bastado para que Baleares supere a Canarias como segundo destino predilecto de los extranjeros. Sin embargo, el hecho de que 10,1 millones de foráneos siguen optando por las Islas ha sido saludado por el Gobierno como "positivo", pese a que "a nadie le gusta descender".

El mantenimiento del turismo extranjero permite compensar la caída del español. Los mercados internacionales más importantes para la comunidad autónoma -británico y alemán- han retrocedido como consecuencia de la pérdida de conexiones aéreas y el encarecimiento de los billetes de avión, según el propio Ejecutivo, que, por el contrario, celebra el crecimiento del turismo ruso, polaco o francés.