Nada menos que 386.400 personas con edad y condiciones para trabajar no pueden hacerlo en Canarias debido a que no hay empleo. Esta cifra, que supone casi el 33 por ciento de la población activa, solo podemos calificarla de pavorosa. El caos se apodera del Archipiélago. ¿Culpables? Coalición Canaria, Paulino Rivero, su consorte la virreina de la peineta y la mantilla y sus secuaces políticos. En definitiva, la misma pandilla política de siempre. Todos los que se hacen pasar por nacionalistas pero no lo son porque consienten la infamia de que Canarias siga siendo una vil colonia española. i una sola vez han alzado la voz estos nacionalistas de pacotilla para pedir la independencia. i una sola vez ha puesto los clorocos sobre la mesa este gangochero político, además de necio y déspota, que preside el Gobierno regional. Precisamos, para que luego no haya lugar a dudas en los juicios que tenemos por delante, que hablamos de la faceta política de estas personas a las que criticamos. En su comportamiento fuera del ámbito público no entramos en este editorial ni lo hemos hecho nunca.

Hambre, miseria, colas sanitarias -en las que se mueren muchos canarios antes de que les toque el turno de ser atendidos- paro, éxodo -sobre todo el de una juventud sin futuro en su tierra- y, en definitiva, la peste medieval. Quién iba a decir que Canarias acabaría en una situación tan desastrosa. Quién podía imaginar que dos o tres machangos políticos, egoístas y bolsilleros, iban a transformar, en muy poco tiempo, unas Islas que siempre fueron afortunadas en un territorio miserable. Dentro de poco estaremos como en Somalia, Malí o Bangladesh. Es decir, estaremos no en el primer mundo, como nos corresponde por nuestros recursos y nuestra situación geoestratégica, sino en el tercero y hasta en el cuarto, porque si se perpetúa la dominación colonial española y sigue el Gobierno autonómico en manos de un político torpe donde los haya, hasta los países subdesarrollados vivirán mejor que nosotros.

Como cabía esperar, según Paulino Rivero y sus compinches, todos ellos políticos miserables y traidores a su pueblo, la culpa del paro, del hambre y de la miseria de Canarias no la tienen ellos, sino el periódico EL DÍA y su editor, José Rodríguez; una persona dignísima cuyo único "error" ha sido defender la libertad de los canarios y no prestarse a los engaños de Rivero y su capilla. Por todas sus "culpas" y "errores", José Rodríguez va a ser enjuiciado dentro de unos días a cuenta de la información que EL DÍA publicó sobre México. Una noticia, lo decimos una vez más, redactada con pulcritud y veracidad evangélicas.

Rivero y su esposa, enrabietados ante su propia incompetencia política, descargan sus iras contra el periódico más leído de Canarias y contra su editor. o solo la virreina nos ha denunciado. También lo ha hecho el propio Rivero, aunque, como saben los lectores y amigos de esta Casa, también él está denunciado por José Rodríguez al haberlo acusado de chantajista tanto en el Parlamento de Canarias -una institución digna que Rivero y algunos como él han convertido en un antro político- como en la Radio autonómica.

Una acusación ridícula porque todos los ciudadanos saben que la culpa de la peste que hay en Canarias no la tiene EL DÍA. La culpa de que pronto haya que recoger los cadáveres en sus casas, como ocurría durante las epidemias de la Edad Media, la tienen quienes gobiernan y, sobre todo, quienes se declaran nacionalistas, pero consienten que siga la dominación colonial española. Qué vergüenza hemos pasado al enterarnos de que en Canarias hay 386.400 parados.

Mucha más vergüenza hemos sentido al leer la prensa subvencionada por Rivero, en la que se minimiza este escándalo para no perjudicar a uno de los grandes culpables del hambre y la miseria de esta tierra. Cómo ocultan esos periódicos serviles con el Poder la mala gestión del Gobierno. Medios de comunicación subvencionados con dinero público que podría emplear el Ejecutivo canario en paliar el hambre, si su presidente y sus consejeros no fuesen unos déspotas y desalmados políticos. Podrían paliar por lo menos el hambre de los niños hambrientos, que son muchos y que ahora serán más porque han suprimido hasta las ayudas a los comedores escolares.

A Cáritas también le han quitado el 60 por ciento de las subvenciones que recibían. Lo que no suprimen son sus abultados sueldos, sus coches oficiales -la reducción que han hecho del parque de automóviles es de risa- ni sus vuelos en helicópteros. Tampoco renuncian a construirse mansiones con un dinero cuya procedencia también debe investigar la Fiscalía porque dos sueldos cuya cuantía se conoce no dan para tanto. Hasta con el dinero que paga EL DÍA en impuestos subvenciona a esos periódicos que, sin las ayudas que reciben, hace tiempo que habrían dejado de salir a la calle. Cuánto nos duele contribuir con nuestros impuestos a que se mantenga una prensa que pretende hacernos la competencia, aunque no lo consigue.

os quedan juicios por delante. Uno de ellos, lo reiteramos, en los próximos días. Siempre hemos confiado en la Justicia. Lo seguiremos haciendo pese a la condena en contra nuestra que fue dictada en menos de 24 horas después de celebrado el juicio. Algo nunca visto en España ni en su colonia canaria. o había tiempo material para rellenar los folios de la sentencia en esas apenas 24 horas, ni mucho menos hubiese sido posible consultar toda la jurisprudencia mencionada en ella. Todo parece indicar -no lo afirmamos rotundamente porque, como decimos, respetamos a la Justicia- que hubo alguna presión política para que la sentencia se dictase en tan poco tiempo. Se quería evitar que EL DÍA siguiese informando a sus lectores de un tema espinoso como es el asunto de los papeles de México.

Pensaron algunos que silenciando al periódico con más difusión en el Archipiélago dejaría de existir este caso. Lo pensaron, pero se equivocaron. o hemos afirmado nunca ni lo hacemos ahora que esos papeles sean auténticos. uestra postura siempre ha sido la de investigar este asunto hasta descubrir la verdad, si es que tal verdad existe. Porque si los papeles son falsos, estamos ante una falsificación digna de figurar en el Guinness. Repetimos que se debe investigar e investigar profundamente. Lo que sí supo EL DÍA en su momento es que en México, a diferencia de lo que ocurre en España, las escrituras se pueden registrar de forma pública o privada. A los registros privados no se puede acceder. Solo mediante una investigación policial, judicial y hasta diplomática se puede llegar al fondo de este asunto. Esto es lo que pedimos que se haga.

Concurre la circunstancia añadida de que el asunto de los papeles de México fue publicado previamente por otros dos medios de comunicación. En concreto, lo dieron a conocer el portal de Internet Kanarileaks y el diario Abc. ¿Por qué la señora Mena no ha procedido contra ellos pero sí contra EL DÍA? Pues porque es nuestro periódico el que le hace daño al contar la verdad. EL DÍA se ha convertido en una referencia de la información veraz sobre lo que está ocurriendo en Canarias, puesto que los otros, temerosos de perder el dinero que reciben, han optado por un ignominioso silencio. Algo que deberían tener en cuenta los jueces que nos van a juzgar, en cuya profesionalidad también confiamos.