Karin Pflieger se encarga de promocionar en Alemania medio centenar de casas de turismo rural repartidas por diferentes municipios de La Palma, captando lo que se denomina visitantes "de calidad", amantes de la naturaleza y del buen clima. Conoce casi desde sus orígenes la evolución de las viviendas del sector en las medianías palmeras, a las que acude con regularidad, y ha logrado que su producto esté bien posicionado. Su opinión debe tenerse en cuenta.

Pflieger ha remitido una carta a los propietarios de las casas de turismo rural que representa, informando de lo que pudo comprobar en la feria de la ciudad alemana de Stuttgart, celebrada este mismo mes de enero y donde el Patronato Insular de Turismo "vendió" la Isla. La misiva no tiene desperdicio. Afirma que el "stand" de la Isla era "superhumilde, casi pobre (...). No hay absolutamente nada, ni tan siquiera imágenes que puedan llamar la atención. La representante del stand no trajo nada. Falta de tiempo, dice. Vino directa de sus vacaciones. A La Palma no iría ella, asegura. ¡No ha estado en dos años!".

La agente turística germana asegura en su carta que en la mesa reservada para la promoción de la Isla "hay una tableta (tablet) con las fotos de la Hacienda San Jorge, instalación donde antes trabajaba el gerente del Patronato de Turismo. Parece una broma. No muestran nada más de la Isla, solo Los Cancajos (Breña Baja) y ese hotel. En ese sitio deberían de haber imágenes o un vídeo de La Palma. Pero no hay nada".

Sobre la promoción que se hizo en esta feria de la oferta alojativa rural y de las bellezas naturales y paisajísticas de La Palma, como sello identificativo y diferenciador de otros mercados, la comercializadora afirma que en el expositor de Turismo "no hay ni una palabra de turismo rural, ni de los encantos que tiene la vida en las regiones rurales en Isla. Casi no se nombra la existencia de una gran cantidad de casas para unas vacaciones individuales sin hotel, aunque es la especialidad de La Palma y en eso se diferencia de las demás islas. Hablo del encanto de lo rural en La Palma, de lo auténtico, lo natural, la generosidad y hospitalidad de su gente y el cariño con el que mantienen las tradiciones".

Karin Pflieger cree que el consejero de Turismo del Cabildo palmero, Julio Cabrera, "no se da cuenta de que lo que busca una gran parte de la clientela en Alemania es exactamente lo que esconden, lo que no nombran, lo que no promocionan... Todo lo que hacen es para los hoteles y, sin embargo, al mismo tiempo se están reduciendo los vuelos por falta de clientes. Los que quieren ir a un hotel no tienen que ir a La Palma. ¡Hoteles hay en tantos sitios, tan buenos hoteles y tan baratos! En eso La Palma no es especial en nada. Pero en su mundo rural, sí".

La agente turística germana sostiene que la política turística insular, al menos por lo que pudo analizar en la feria de Stuttgart, "está completamente equivocada y es responsable de la actual bajada de clientes, y, como consecuencia, del descenso de vuelos".

A propósito, hizo hincapié en que en la próxima época del verano "habrá la mitad de los vuelos del año pasado, tan solo cuatro. Los demás (se entiende que con Alemania) se han cancelado".

La responsable de comercializar cerca de 200 camas de turismo rural reconoce en la misiva sentirse "muy dolida", para acabar apuntando que "cuando veo las posibilidades tremendas que hay en el turismo, como acabo de ver ahora en esta feria; cuando veo cómo brillan los ojos de gente que ya han viajado a La Palma y recuerdan esas maravillosas vacaciones como nunca lo esperaban, es tan bonito...".