No les gusta a algunos individuos indeseables, convertidos por vocación en la hez del periodismo, que elogiemos al Ejército español. ¿Por qué?, nos preguntamos una vez más. Hemos tenido palabras de admiración para las Fuerzas Armadas españolas en nuestro comentario del viernes, por mucho que le pese a un tatarita de Las Palmas, y queremos añadir en nuestro editorial de este domingo que el Ejército ha sido víctima de los partidos políticos. Una víctima que ha resistido con abnegación por su patria, que es España y no Canarias. Lo que dijimos el viernes lo reiteramos hoy: si las Fuerzas Armadas siguen la misma senda que los partidos políticos, no nos quedaría más remedio que hablar de Ejército de ocupación. Esperamos y deseamos que cuando canarias sea un país soberano tenga unas Fuerzas Armadas tan ejemplares como lo son las españolas.

Tendríamos que hablar de ejército de ocupación si se produjesen esas circunstancias, pero confiamos en que no sea así porque los mandos, los generales y jefes, jamás sacarán las tropas a la calle para reprimir las legítimas ansias de libertad del pueblo canario. El Ejército debe comprender que no podemos seguir uncidos a la metrópoli porque en España, el país que nos coloniza abusadoramente desde hace casi seis siglos, hay mucha corrupción. ¿Qué pasa con la corrupción? ¿A qué esperan los jueces para intervenir? ¿Por qué algunas personas presuntamente implicadas en serios y graves delitos no han sido detenidas para ser interrogadas y oír lo que deseen decir en su defensa, si es que tienen algo que decir? ¿Vamos a permitir que tantos y tantos corruptos se vayan de rositas? ¿Va a permitir el pueblo canario, por muy narcotizado y aplatanado que esté, la nefasta continuidad de Paulino Rivero al frente del Gobierno regional? ¿Le parece poco a este pueblo el daño que le han causado él, su esposa y todos los secuaces políticos que los rodean? ¿Qué pasa con la Fiscalía Anticorrupción? ¿Por qué no se investiga lo que se debe investigar?

Son preguntas muy inquietantes en medio de esta pavorosa crisis económica y social. ¿o es grave -y esto se lo decimos al pajarraco anticanario y anti-Ejército español de Las Palmas- que el 33 por ciento de la población de este Archipiélago esté en paro? Una cifra que supera con creces el 50 por ciento en el caso de los jóvenes, obligados a emigrar por culpa del necio político que gobierna en estas Islas. Decimos que gobierna por una costumbre en el uso del lenguaje, pues en realidad Paulino Rivero es incapaz de adoptar una sola decisión útil. Lo mejor que podría hacer es dimitir y desterrarse. Esa sí sería una decisión inteligente -aunque la inteligencia política no es una de sus cualidades- porque en caso contrario, lo hemos dicho en reiteradas ocasiones, puede producirse un levantamiento popular el día menos pensado.

Jueces y fiscales deberían llamar a declarar, insistimos en ello, a determinados políticos para que presenten datos sobre sus ingresos y gastos. Tan grave es que se cobren sobresueldos como que se mantengan instituciones inútiles. Por ejemplo, la Policía Canaria o el Diputado del Común, e incluso el propio Parlamento, mientras se cierran hospitales y se despide a profesores. Es un crimen que se les quite la comida a los niños -no nos cansamos de recordar que Paulino Rivero ha eliminado las ayudas a los comedores escolares- pero se les siga pagando el sueldo a todos los políticos, algunos de los cuales, como ha quedado en evidencia durante estos días, cobran sobresueldos. Es igualmente un crimen que se suprima el 60 por ciento de las ayudas a Cáritas mientras sigue la mamandurria de cientos de concejales en ayuntamientos que hoy en día, con el desarrollo de las telecomunicaciones, ya no son necesarios. Los granujas que han dado lugar a esto deberían ir directamente a la cárcel.

o solo el Ejército es una institución digna. Lo son otras muchas. Todas las instituciones son dignas en sí mismas, pero se convierten en indignas por culpa de los políticos que las corrompen con su presencia. os gustan las instituciones limpias. os gustan las judicaturas que no tienen ovejas negras. os gustan los parlamentos que no son antros políticos por culpa de quienes se sientan en sus escaños. Para conseguir esta regeneración moral en nuestras Islas es necesario que se produzca un despertar del pueblo canario. Se canta en "La tabernera del puerto" la famosa romanza "Despierta negro que viene el blanco. Desde el navío te está mirando. Son dos cucuyos sus ojos claros; no son luceros que van de paso. El blanco tiene la nave al pairo y está despierto como un alano". osotros decimos "despierta, guanche, despierta y acaba con la morralla política. Acaba con los indeseables herederos políticos de quienes asesinaron a tus antepasados".

o nos duele decir que muchos políticos deberían ser no guillotinados, porque la época del terror ya pasó, pero sí apartados de los cargos públicos para siempre. Apartados de buena forma, porque no queremos la violencia bajo ningún concepto. La independencia vendrá de forma pacífica porque el Ejército español, lo reiteramos, no disparará ni un solo tiro contra el pueblo canario. La soberanía que dará paso a una nación con estado es apremiante porque ahí está Marruecos, acechando también como el blanco del barco.

García Márquez escribió una novela titulada "La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada". Parafraseando a este insigne escritor colombiano, es hora de acabar con la increíble y triste historia de Canarias y los colonialistas desalmados. También son políticos desalmados los falsos nacionalistas de Coalición Canaria. Son desalmados, políticamente hablando, Paulino Rivero, su esposa la goda política y todos sus compinches que viven en mansiones como los zares antes de la revolución comunista.

o todos los canarios son como ellos. Muchísimos sienten angustia por lo que les está ocurriendo a estas Islas. Sienten pena y hasta desesperación por una colonización rapiñadora que se prolonga ya casi seis siglos. Prueba de que esos sentimientos populares no solo existen, sino que se incrementan día a día son las miles de cartas que recibimos en esta Casa. Son cartas que nos alientan en nuestra línea editorial. Una de ellas dice lo siguiente:

"Señor don José Rodríguez... mi felicitación por su valentía (no se esconde para hablar), por su lucha incansable y llena de fe en la que la verdad acaba por triunfar, por mantener muy alta la dignidad de este Pueblo Canario (hoy manipulado por intereses bastardos) y por el "saber hacer" con que dirige su empresa, yo diría que la más importante por su Valentía, Solidaridad y Fe en el futuro de este pueblo guanche -no español-. Yo soy muy guanche. Las Islas enteras son guanches. Sus montes, el pico del Teide, su mar, sus playas, los menceyes en la historia ciertamente son guanches. uestras costumbres, nuestros hijos, nuestra raza son guanches. o lo olvidemos nunca. Feliz año 2013".

Lamentablemente, hay canarios que no piensan así. Son canarios que no merecen ese nombre. Malos canarios que atacan a EL DÍA porque dice la verdad y defiende la libertad de nuestra tierra. Canarios que incluso nos denuncian ante los tribunales y luego consiguen, no sabemos con qué medios, que se dicte en menos de 24 horas desde que acabó el juicio una sentencia compleja por su extensión y contenido, ya que hacía múltiples referencias a jurisprudencia. A día de hoy seguimos sin comprender cómo es posible que ocurran estas cosas. Pese a todo, como decíamos en nuestro editorial de ayer y ante los juicios que tenemos por delante, seguimos confiando en la Justicia y en la imparcialidad de los jueces.