A diferencia de la superficie cultivada en Tenerife, que ha ido decreciendo desde 2008 y rompiendo tópicos sobre las alternativas a la crisis, el número de animales dedicados al subsector ganadero tinerfeño ha experimentado un sostenido crecimiento en el mismo periodo, si bien paralelo al descenso de ganaderos que optan por esta actividad. La fórmula deriva en una consecuencia muy lógica: la concentración empresarial, muy buena por potenciar la competencia, aunque también refleja el creciente desapego que los isleños han ido experimentando hacia la tierra y lo rural, principalmente por el turismo de masas, los servicios y la concentración en ciudades, sin obviar otros factores.

Un gran ejemplo de esa evolución lo aporta precisamente el presidente de la principal asociación de ganaderos tinerfeña, Pedro Molina (Agate). Según relata, su zona de La Laguna refleja a las claras lo que ha ido ocurriendo: "Cuando era pequeño, en mi entorno había hasta 17 familias con ganado. Ahora, en esa misma zona hay más animales, pero los tengo yo solo. Esto es lo que ha pasado en el resto de la Isla: aumento del ganado, concentración y mayor profesionalidad y competencia empresarial, pero cada vez menos personas dedicadas a la ganadería y, con ello, al campo".

Sus números y los oficiales del Gobierno regional confirman esa síntesis. Con la excepción del ganado ovino, 2010, el último año del que se tienen estadísticas, dejó cifras más elevadas que los ejercicios precedentes en el resto de especies. Así, el censo bovino dejó un total de 4.849 animales en total, por encima de los 4.667 de 2009. De ellos, 1.551 eran menores de 12 meses. Se contabilizaron 604 machos y y 1.472 hembras que no se ordeñan y otras 1.222 que sí.

Las cifras de ganado bovino de 2008 fueron muy similares al siguiente año (con un total de 4.686, mientras que, en 2006, fue de 4.778.

En cuanto al caprino, en 2010 se contabilizaron 61.434 animales. De ellos, 14.680 eran menores de 12 meses, había 44.683 cabras mayores de un año y 2.071 machos de más de 12 meses. Esta cantidad contrasta con los 55.747 de 2009 y los 56.704 de 2008, si bien en 2006 hubo 67.239 (la consejería tiene problemas para difundir los datos de 2007). Eso sí, Molina asegura que, según sus cálculos, desde 2010 se ha seguido creciendo "y nunca antes ha habido tantas cabras en la Isla".

Una evolución similar se da en los últimos años analizados respecto al ganado porcino. Mientras en 2010 se registraron un total de 32.531, un año antes hubo 30.019 y, en 2008, 29.589, si bien en 2006 la cantidad también era elevada, con 32.757. De los datos de 2010, se contabilizaron 11.268 lechones de hasta 20 kilogramos, 16.755 cerdos de cebo de más de 20 kilos, 184 verracos, 629 hembras sin parir y 3.695 que ya lo habían hecho.

La excepción, las reses de ovino, dejó 8.748 animales en 2010, por 11.055 de 2009, los 15.473 de 2008 o los 14.447 de 2006. Esos 8.748 del último dato se dividen en 3.512 menores de 12 meses, en 10.366 hembras de más de un año y 569 machos.

No obstante, Molina matiza que, hasta 1992, "había mercados de abasto y se sacrificaban hasta 25.000 vacas. Con el REA, la carne ya viene de fuera y los sacrificios han bajado hasta los 10.000".