La asociación de vecinos El Casco, en Tacoronte, acogió ayer una asamblea de la plataforma vecinal "Yo también vivo en el 102", que apoya a Antonio Méndez, de 76 años, y Berta Ferreiro, de 73, en su lucha por evitar que pierdan su casa, en el número 102 de la calle Ismael Domínguez. En esta reunión se informó de que el matrimonio de septuagenarios ya ha presentado, a través de un abogado de oficio, una querella contra varios peritos que participaron en el discutido proceso judicial de nueve años que terminó otorgando la propiedad de su casa al vecino que los denunció.

Esta querella, que se analizará en la vía penal, pretende demostrar que algunos técnicos pudieron obrar de mala fe para perjudicar a los afectados o beneficiar al denunciante en el citado proceso civil.

En la asamblea se informó de que la situación de Antonio y Berta vuelve a ser crítica y que, a partir de mañana, se enfrentan a la posibilidad de un desalojo inminente, que podría producirse incluso sin previo aviso para evitar nuevas concentraciones.

Hoy concluye el plazo de dos meses que se dieron las partes enfrentadas en este litigio para tratar de llegar a un acuerdo. El gesto de humanidad del vecino denunciante, que paralizó el desalojo el día 29 de noviembre de 2012 para tratar de sellar un pacto con Antonio y Berta, ya es historia. Hasta hoy, las dos únicas opciones que el denunciante puso sobre la mesa fueron: que el matrimonio le pagara 150.000 euros para renunciar a la casa o que le entregaran la vivienda.

Con esas condiciones el acuerdo ha sido imposible, según explicó la abogada de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Tacoronte, que ha actuado como mediadora en esta difícil negociación.

La campaña de recogida de fondos no ha funcionado, ya que de los 150.000 euros necesarios apenas se han obtenido 600. Sigue abierta la opción de recurrir al Tribunal Supremo, sin demasiados visos de prosperar, y en esta semana se intentarán agotar las últimas vías judiciales para tratar de impedir que Antonio y Berta sean desalojados.