Los trabajadores del servicio de socorrismo en playas del municipio de Arona se desplazaron hasta la plaza del ayuntamiento, en el casco urbano, para dar a conocer su situación al llevar medio año sin cobrar. Por ello, exigieron al gobierno local, una vez más, responsabilidades y soluciones para acabar con un problema que ya se prolonga mucho en el tiempo.

Tal es así, protagonizaron un pitada y cacerolada contra los nacionalistas, además de reclamar la dimisión del concejal del área de Medio Ambiente, Antonio Sosa, aprovechando la celebración del pleno municipal correspondiente a enero.

La tensión no solo se registró en los exteriores de la Casa Consistorial, sino también en el salón noble, donde el alcalde, Francisco Niño, advirtió a los manifestantes que ordenaría el desalojó si continuaban en la actitud de alterar el pleno.

De hecho, los socorristas desplegaron diversas pancartas donde con las mismas reclamaban no solo el dinero que se les adeuda, sino también el "abandono" que tienen del grupo de gobierno. Además, en una de las mismas proponían al gobierno municipal que el servicio fuera prestado directamente por el ayuntamiento, evitando la privatización del mismo.

La situación no paso inadvertida para la oposición y la portavoz del PP, Raquel García, advirtió que “este problema pone en riesgo a nuestros bañistas, así como que podemos perder certificaciones y galardones europeos en las playas”.

Por su parte, el edil de Medio Ambiente, Antonio Sosa, afirmó que “trabajamos para buscar soluciones” a este conflicto laboral, pero sí lamentó que en la manifestación se produjesen “faltas de respeto e insultos” hacia su persona.