El recinto ferial acogió el martes la segunda fase. Parecía la eliminatoria más dura de las tres. Se esperaba un menú Michelín pasado el ecuador, desde Ni Pico-Ni Corto, Triqui-Traques, Triquikonas y Bambones, y se quedó en una simple sopa Maggi en algún caso.

La sorpresa, Triquikonas, que se codeó con Bambones. Arrancó el concurso con Trabas, en vía ascendente y calidad en la letra de Emilio Romero, "Canarias, una isla", y en "El yuyu", del equipo de letristas en el que participa el director Carlos Estévanez. Se hicieron oír. Notable mejoría en el apartado musical, gracias a Paco Tacoronte, que los ha sacado del caldero. Buscan ser comerciales, pero les falta un punto para llegar a final. El primero, buena intencionalidad, con humor e ironía, y en él cuentan cómo sería Canarias si fuera una sola isla, a ritmo del villancico "Una sobre el mismo mar". El segundo, "El yuyu", mejor idea que ejecución, lo que impidió disfrutar de los golpes de la superstición del año 2013.

Lenguatrapos fue la revelación. Estreno pletórico. Se alongaron a la final. El magisterio de Yerai Lorenzo -Paralepípedos y Triquikonas- y de Yerai Martín -director musical de Distraídos y Triquikonas- sacó partido a "Multerito", letra rica en crítica a la situación de Santa Cruz. Ante ellos, el reto de hacer historia, y llegar a la final el mismo año de su estreno, algo que no ocurre desde 1991, cuando lo consiguió Guachipanduzy, en 1991. Hace 22 años. En su segundo tema se jugaron el pase al "bingo", con "Ramona, la binguera", y tal vez se quedaron en cuajo... falta ver si la suerte, o el jurado les sonrió ayer. Buena letra; faltó dicción.

En tercer puesto, Hechizadas, bajo el influjo de su nombre. Dirigidas por Ara Matos, no terminan de arrancar. Es más, hasta parece que hacen un sacrificio para salir a concursar. Su primer tema, casi monográfico a los incendios. Para meterse fuego. El segundo, convertidas en guardias civiles, desgranaron casos de violencia, malos tratos a menores, demolición de viviendas... La parte de más calidad musical, el silbido inicial y final del tema de los incendios.

En cuarto lugar, Jocikudos, con la incorporación de la sancionada Cascarrabias del Norte. Mejor musicalmente el año pasado gracias al fichaje de Francis Trujillo, pero las letras eran una búsqueda desesperada de un estilo comercial, tanto en "Cuestión de pelotas" como en "Perrero", una canción más divertida y original, pero con una calidad musical que pagan a plazos cada carnaval. El próximo, más.

Se esperaba mucho de Ni Pico, por sus 40 años de historia y por sacarse la espina de no pasar a la final en 2012. Y no se bajaron con el pasaje a la final de mañana debajo del brazo. El pasacalle, muy musical y poca letra del original. El primer tema, "El efecto dominó", se salvó por la puesta en escena, pues cantaban un efecto causa consecuencia del recorte... Lo mejor, su canto al pueblo, la ficha que nunca cae.

Su segundo tema, "Lo que piensan las mujeres", fue la búsqueda de humor puro, con vacilones al canarión, alguna coreografía o referencia no apta para menores de 18 años, y tres golpes finales como Taco-China, o Mari-Quita.

Siguieron Triqui-Traques, que han encontrado en Óscar Gómez a un gran director que les da seguridad y les devuelve magia sobre el escenario. Tiene la doble virtud de ser director musical y artístico. El primer tema, de trámite, "El libro de historia", con mejores voces que argumentos a la hora de hablar sobre cómo los políticos han utilizado sus cargos para llegar a altos puestos. Lo mejor, el "viaje" porque quieren echar a los grupos del Carnaval de La Noria, con mucho sentimiento, y popularidad. Su segundo, "La costurera", la versión "light" de su estilo, pero muy bien cantado, aunque sin esas sensacionales puestas en escena. Algún toque de humor, como la comparación de los carteles. Humor corporal.

En la recta final, Triquikonas, que fueron de más a menos. Un centenar de murgueras que tienen presencia y magia en el escenario, a lo que se suma que están de moda y enamoran al público. Su primer tema, de trámite, para demostrar que también saben criticar tomando de hilo conductor los apuntes de una libreta. Lo mejor, especialidad de la casa, "Quinquiañeras", con momentos delirantes, como cuando ironizan sobre el rico lenguaje de una adolescente, o parodian sus reacciones y cambios de humor. Geniales.

Cerraron la fase Bambones. La presentación, empalagó. Nada sustitutiye su "Mi vida es ser un bambón", y sobran retoques. Cuando cantaron el himno, se reencontraron con la afición. Su primer tema, "El guardaespaldas", una genialidad que los de Primi Rodríguez no defendieron. Y eso que tiene perlas de gran calidad como cuando Zerolo se cubrió las espaldas al ir al Senado, o desvelar qué hace Bermúdez con guardaespaldas en una noche de Carnaval. Al final terminan de chófer para llevarlo a su casa. Su segundo, "El buscavida", o el salvavida de la capacidad de Bambones. La mejor canción, donde confirman que Bermúdez es su nueva fuente de inspiración inagotable, con rajazo a Willy García, con puesta en escena incluida. Bambones son más grandes. Les faltó personalidad -más brillo en su pasacalle y despedida completa- y les sobró pasteleo con la afición, como su presentación.

Al cierre de la fase, solo Triquikonas y Bambones parecían claros finalistas.