La reunión que celebró ayer el Consejo Sectorial, órgano consultivo donde están representadas las voces de los diferentes partidos, los agentes sociales y económicos, y que se creó siendo concejal de Urbanismo el actual alcalde, Fernando Clavijo, marca el inicio de un proceso básico para el desarrollo futuro del municipio: la aprobación y posterior desarrollo del Plan General de Ordenación.

A partir de ahora, el documento se llevará a comisión informativa, a Junta Local de Gobierno y, posteriormente, cumplirá el debate en el Pleno ordinario fijado para el próximo día 14, donde se determinará si procede o no su aprobación inicial.

Pero más allá de estos procesos reglados, la gran novedad del nuevo planeamiento con respecto a los anteriores tiene que ver con unas innovadoras herramientas de gestión que, hasta ahora, nunca se habían planteado en Canarias.

A propósito, destaca la figura de "la doble ordenación", un instrumento que ofrece a los propietarios de ámbitos que sufren una evidente degradación la posibilidad de mantener la ordenación actual, o bien acogerse al incentivo de una segunda ordenación, propuesta que abre la posibilidad de cualificar el suelo para usos más lucrativos, a cambio de la regeneración de esos ámbitos, como el caso de practicar demoliciones o abrir viarios.

Estas operaciones se articulan en el nuevo PGO con el fin de mejorar los entornos, por ejemplo, en áreas donde existen naves industriales cerradas que pueden asumir usos más modernos.

Paralelamente, el documento contempla un principio solidario que se basa en la filosofía de la redistribución de los beneficios, por el cual se compensan los aprovechamientos de unas actuaciones frente a las carencias de otras.

En este punto, el PGO establecen un nivel medio de las plusvalías que obtiene un propietario o promotor. Es decir, si un suelo rústico se convierte en urbanizable sectorizado, esta decisión supone un incremento de valor de la parcela, de manera que los incrementos se medirán para establecer una media. Así, todo aquello que exceda de ese límite es susceptible de redistribuirse.

Así, se intenta nivelar el desequilibrio entre áreas generadoras de grandes plusvalías, que por su atractivo se ponen en marcha rápidamente, frente a otras deficitarias, que suelen caer en el olvido.

Con todo, la gestión representa el gran desafío de este nuevo planeamiento, un aspecto que desde el área de Urbanismo del Ayuntamiento de La Laguna se considera como uno de los elementos básicos para desarrollar una armónica relación entre la administración y los vecinos.

A propósito, el PGO incorpora en su ideario el fundamento de flexibilizar las normas de uso, un concepto que tienen como objetivo superar antiguos corsés, apoyándose en la máxima de que lo que no está prohibido está permitido, superando así anteriores conceptos restrictivos y contemplando de esta forma el carácter dinámico de la sociedad.

El primer día de aplicación del PGO significará el comienzo de algo.