José Asunción Martínez Sancho, nombre real de Pepe Sancho, falleció ayer a los 68 años en Valencia, donde nació un excelente actor, posiblemente el más racial de su generación, que compaginó durante más de cincuenta años de profesión más de un centenar de trabajos en cine, televisión y teatro.

Ganador de un Goya por su tremendo secundario Sancho en "Carne trémula" (1997), de Pedro Almodóvar, fue un actor "hecho a sí mismo" que alcanzó su mayor fama en la televisión, gracias a papeles estelares como el de "El estudiante" en series como "Curro Jiménez" (1976-1979), o su aportación en "Cuéntame" como el despótico empresario franquista "Don Pablo".

Nació el 11 de noviembre del año bisiesto de 1944 en Manises (Valencia), su primera aparición en el cine fue a los cuatro años en la cinta "Si te hubieses casado conmigo" (1948), del director Viktor Tourjansky, aunque no fue hasta los 18, cuando se trasladó a Madrid, cuando decidió dedicarse a la interpretación.

En 1963 debutó con la obra teatral de Alejandro Casona "Los árboles mueren de pie" y, seis años después, creó una compañía propia en la que trabajaron las actrices Ana Mariscal y María Asquerino.

En la década de los 70 apareció en comedias y filmes del Oeste, aunque la escena continuó siendo su mejor aliada, como reflejó "La casa de las chivas", de Jaime Salom.

Posteriormente representó obras tan exitosas como "La Chunga (1988), de Vargas Llosa, en el Teatro Espronceda de Madrid, o las "Memorias de Adriano" (1998), de Marguerite Yourcenar, que Pepe Sancho protagonizó, dirigido por el italiano Mauricio Scaparro, en los Festivales de Mérida y Grec (Barcelona), primero, y más tarde fue llevada a Madrid y otros puntos de España.

Asiduo a los escenarios del teatro romano de Mérida, donde actuó cinco veces, la obra teatral más compleja para él fue el "Enrique IV" de Luigi Pirandello.

"Jamás un personaje me ha exigido tanto", confesaba el actor en 2002, acompañado del director José Tamayo, en la presentación del montaje con el que, en 2008, Pepe Sancho debutó en la dirección escénica.

Su última aparición fue sobre el escenario de los teatros del Canal de Madrid, donde, en el año 2012, dirigió e interpretó "Los intereses creados", de Jacinto Benavente, ya que el estreno previsto de la obra de Marguerite Duras "La amante inglesa" no pudo realizarse por su enfermedad.