Japón registró en 2012 el récord de 16.387 intervenciones de centros de atención a menores en casos de abusos a menores, tanto físicos como psicológicos, lo que supone un incremento del 42,1 % interanual, según informó hoy la policía nipona.

"Hemos recibido cada vez más casos de abusos a niños conforme aumenta la conciencia de la gente sobre este problema", señaló un portavoz de la policía nacional de Japón en declaraciones a la agencia Kyodo.

"Esperamos poder abordar estos casos en el momento en el que se producen en cooperación con los centros de atención al menor", añadió el portavoz.

En total en 2012, la policía trasladó a los centros de atención 8.266 informes con casos en los que los menores de edad sufrieron abuso psicológico, y 5.222 en los que recibieron abusos físicos, según los datos presentados hoy.

El resto de 2.736 casos fueron denuncias por negligencias familiares, como menores a los que no se les proporcionaba alimento, y hasta 163 intervenciones en víctimas de abuso sexual.

De los casos de abusos psicológicos, el 65,7 %, o 5.431 denuncias, se trataron de denuncias de violencia por parte de uno de los progenitores a los ojos de los menores.

Desde que las fuerzas del orden niponas comenzaron a recopilar los abusos a menores en 2004, cuando se archivaron 962 denuncias, el dato ha aumentado hasta 17 veces más.

En Japón, una vez la policía recibe informes de abusos, los centros de atención al menor toman medidas como llevar a los niños a un centro de custodia o proporcionar ayuda a los padres.

En 2011, el número de denuncias por abusos a menores en Japón alcanzó la cifra de 59.862 casos, de los que 51 acabaron con la muerte de los pequeños, según un estudio presentado por el Gobierno.

El informe de 2011 reveló que ese año 51 menores fallecieron a causa de abusos, de los que el 80 por ciento eran niños menores de 3 años.

La mayoría, 47, murieron a manos de sus padres antes de que éstos se suicidaran, una cifra que está por encima de los 39 niños que perdieron la vida en circunstancias similares en 2010, según el Gobierno nipón.