El ministro alemán de Asuntos Exteriores, el liberal Guido Westerwelle, ha condenado hoy "enérgicamente" la retención de una veintena de soldados filipinos de las Naciones Unidas en los altos del Golán por rebeldes sirios.

"Condeno enérgicamente la toma como rehenes de los observadores de la ONU y celebro la rápida y clara reacción del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas", señala una nota emitida por la oficina de Westerwelle.

El jefe de la diplomacia alemana añade en su comunicado que "el personal neutral de las Naciones Unidas no puede convertirse en la pelota de los intereses de la guerra civil en Siria".

"Exijo de los responsables que liberen inmediatamente a los observadores de las Naciones Unidas", concluye el mensaje del titular germano de Exteriores.