El dinamismo de la vida social y cultural en los barrios suele girar en torno a los paques infantiles, zonas recrativas y espacios de ocio que infunden ritmo y vivacidad a las relaciones vecinales, de las que no pueden disfrutar los residentes del barrio capitalino de Santa María del Mar.

Esta zona, muy cercana al centro de Santa Cruz, ha vivido en los últimos años un periodo de expansión comercial con la llegada de empresas de alimentación como Mercadona y Lidl, pero ello no se ha traducido en unadotación municipal destinada a infraestructuras y equipamiento público.

Los vecinos de la Urbanización Los Alisios II, radicada en este término municipal, no pueden disfrutar de un tranquilo paseo de domingo en familia , ni relajarse montando en bicicleta o llevar a sus hijos al parque, porque el único que hay se encuentra en pésimas condiciones.

La construcción del Parque la Estrella se vendió como una amplia zona verde y de recreo, pero en la actualidad "no sirve para nada" critica una vecina. Restos de electrodomésticos, latas de refrecos, envases, plásticos, botellas, insecticidas, entre otros desperdicios, acampan en esta área de esparcimiento hasta que "de tiempo a tiempo venga la cuadrilla a limpiar por zonas", aclara José Carlos Domínguez, mientras saca a pasear a sus perros por el parque de la calle Punta de Las Coloradas.

A la falta de mantenimiento, del que los vecinos hacen culpable al Ayuntamiento capitalino, hay que sumar la poca conciencia cívica de algunos vecinos, que no se hacen responsables de recoger los excrementos depositados por sus animales. Este vecino añade, por otro lado, que "hace falta una mayor limpieza y vigilancia", pues lamenta que "los árboles se sequen y no estén floridos" por la rotura del riego por goteo, desperdiciándose así litros de agua.

Otras reivindicaciones vecinales se centran en el asfaltado de las calles, la pavimentación de caminos dentro del parque, así como la sustitución de luminarias y reparación del alumbrado. "No nos pueden dejar a oscuras, porque pagamos nuestros impuestos", denuncia Ancor Sánchez Ortega, vecino y dueño de un gimnasio ubicado en la misma calle, quien considera asimismo que el consistorio ya se hubiese movido si se tratara de Santa Cruz capital. Sobre este asunto, Sánchez Ortega manifiesta que en varias ocasiones se ha visto obligado a reclamar en las Oficinas del Distrito Suroeste para que se mantenga limpia la zona, repongan el mobiliario público y eliminen las plantas de rabo de gato, que llegan a convertirse en una auténtica plaga.

Los habitantes, que empezaron a autoconstruir sus viviendas en esta urbanización desde 1979, han perdido la esperanza de que el ayuntamiento les dé una respuesta distinta a la de "no hay dinero", "hay que esperar" o "eso lleva unos trámites".

Los niños de los Alisios II solo tienen el campo de fútbol, ubicado entre Santa María y Cuevas Blancas, para ir a jugar, los jóvenes, por su parte, demandan espacios de entretenimiento donde pasar su tiempo libre y los mayores no pueden hacer ejercicio con aparatos de mantenimiento para cuidar de su salud en este parque, cuyo potencial paisajístico, lúdico y social se encuentra descuidado e infrautilizado.