¿Qué necesidad tiene Canarias de pedirle dinero al Estado español? ¿No sería suficiente para estas Islas que España no rapiñara el trabajo de los canarios? Por supuesto que sería suficiente. Constituidos en una nación soberana y dueños de nuestros recursos podríamos vivir, lo decimos un día más, como los habitantes de los países más ricos del mundo. La culpa de que tengamos casi 400.000 parados, unas interminables listas de espera sanitaria, una hambruna que cunde entre los niños, una emigración peor que la que hubo en otros tiempos y una desesperanza generalizada en la población la tiene el colonialismo explotador que soportamos desde hace seis siglos y también la existencia de un Gobierno incompetente presidido por un político que no da la talla como tal.

Canarias, lo repetimos, no tiene necesidad de pedir dinero porque posee riquezas propias. En vez de suplicar más fondos en Madrid, lo cual solo sirve para que continuemos siendo unos mendigos como los que inundan las calles de Calcuta y de cualquier otra urbe menesterosa, un partido nacionalista como Coalición Canaria hace tiempo que debió exigir la independencia. El cometido de los dirigentes de este partido era obligar a los gobernantes españoles a constituir una comisión para el traspaso de poderes. Dijimos en su momento que el actual presidente del Gobierno de Canarias era la persona adecuada para presidirla. Nos equivocamos. Este señor ha demostrado sobradamente que no posee altura de miras para conducir a estas Islas hacia su independencia.

Sin independencia, y dirigidos por un Gobierno que hace cada día gala de su más absoluta incapacidad para resolver los problemas de Canarias, nos espera un futuro muy negro. Basta con echar un vistazo a algunas noticias de nuestra primera página de ayer. No son mejores ni peores que las de días anteriores. Simplemente reflejan la realidad de unas Islas que cada vez están peor, a pesar de que antes eran consideradas afortunadas.

"30 de cada 100 escolares de la capital, aproximadamente, carecen de medios económicos para acceder al material escolar necesario, según se desprende de los estudios y contactos realizados en los últimos meses por la Asociación Sociocultural Gitana Karipen en los cinco distritos de Santa Cruz", decía una de esas noticias. Y esto es lo de menos; lo grave, según hemos publicado también durante las últimas semanas, es que muchos de esos niños van a la escuela sin haber desayunado porque en sus casas no queda comida ni dinero para comprarla. En sus casas solo hay hambre y miseria. uiénes son los culpables de esto? ¿José Rodríguez y EL DÍA por denunciar esta situación y exigir que acabe el colonialismo español en Canarias, o quienes sientan al editor de este periódico en el banquillo de los acusados porque no les gusta lo que dice?

Más noticias "edificantes": "Sanidad cerró con deudas, pese a recibir 535 millones de euros extras". uién administra en Canarias el poco dinero que nos dan los españoles para taparnos la boca? ¿Por qué tienen que trabajar gratis los médicos en estas Islas, al igual que lo hacen en los países más depauperados del planeta, si tenemos recursos suficientes para disponer de la mejor sanidad del mundo? ¿Por qué no dimiten quienes tan mal lo están haciendo y dejan paso a los políticos del partido que ganó las elecciones?

Hablando de elecciones, se nos ponen los pelos de punta cuando vemos una foto de Ana Oramas postulándose como posible candidata de CC a la presidencia en 2015. Nos mantiene la esperanza de que los responsables de esta formación política no cometan la locura de confiar en quien nada ha hecho por esta tierra en Madrid, salvo jugar a la política pura. A raíz de sus últimas declaraciones sobre la sucesión en la Casa Real española deducimos que también se ha hecho experta en asuntos monárquicos. Diríamos de la señora Oramas que lo mejor para ella sería quedarse en Madrid junto a los españoles que tanto admira y que corresponden a ese embelesamiento suyo riéndose de ella a sus espaldas. No obstante, tampoco es positivo para este Archipiélago que siga en la capital de la metrópoli porque nos avergüenza como pueblo cada vez que abre la boca. Lo mejor que podría hacer es dimitir, retirarse de la política y acompañar a su jefe al exilio en un país suficientemente lejano -las Islas Fidji serían una opción adecuada- para que ningún canario vuelva a encontrarse jamás con ellos.