La pasada semana vino a Tenerife para recoger uno de los premios Cadena Dial 2012. Mujer que desprende una alegría sureña, Merche (1974) argumenta que "no me olvido de los más de cinco millones de parados que hay en España, pero qué más podemos hacer los artistas, además de denunciar las injusticias que están cometiendo con personas que se han partido la espalda por sacar este país adelante cuando la situación económica era buena", precisa la intérprete nacida en Cádiz.

El mundo de la música lo tienen cogido con alfileres, ¿no?

Está fatal... La industria de la música no va a pasar de puntillas por esta crisis. Antes fue la piratería y ahora la ausencia de inversiones en proyectos culturales. Las descargas ilegales han dañado al sector, pero eso es un mal menor ante el fracaso de las ventas de discos o la ausencia de conciertos.

¿Y en su caso, cómo le está tratando la crisis?

No me va mal; soy una privilegiada por tener una agenda de conciertos más o menos estable y por vender unos cuantos discos... Si me quejara tendría que ser castigada por Dios porque ahí fuera hay mucha gente pasándolo mal. En ese grupo, incluso, existen compañeros de profesión. La crisis no hace distinciones y castiga a todo el mundo, aunque algunos están en una situación límite porque en realidad nunca han estado bien.

¿Los artistas no echan en falta el poder de la clase media?

¿Cómo no la vamos a echar de menos? En este país ya no hay clase media y esa gente era vital para mantener la economía viva. Eso se lo han cargado y lo peor de todo es que no tengo claro que vaya a volver a existir. En España se ha perdido la dignidad de disfrutar la vida; ahora todo se reduce a un sufrimiento permanente.

Su media discográfica -publicó seis álbumes en diez años, ocho si se suman dos ediciones especiales grabadas para el mercado latinoamericano- está bien equilibrada en los tiempos que corren. ¿Está satisfecha con esa marca?

No me gusta ni hacer un disco cada año, ni grabar tres en 10 años. Son seis trabajos inéditos de los que me siento orgullosa. Creo que no es necesario mucho tiempo para hacer un proyecto bien hecho. Soy una artista que nunca ha tenido un éxito abrumador, pero que se curra todo lo que tiene. En mi trayectoria nunca existió una de esas montañas rusas, sino que he sido muy lineal. Si alguna vez unos me abandonaron porque no les gustó lo que hice, otros vinieron para estar junto a mí. Lo que trato de decir es que no presumo de grandes logros, pero sí de pequeñas conquistas... ¡Esto funciona así!

¿Manejar esos tiempos es una virtud o todo viene marcado por el día a día?

En mi caso, yo soy compositora y necesito ese tiempo para conocer la realidad de cerca. Tengo que vivir para poder contar algo. ¿Si no aprovecho esos ratitos, cuándo lo hago? Sarna con gusto no pica y en estos momentos hay que aprovechar las oportunidades al máximo. Por eso, entre otras cosas, acepté estar en el programa "Tú sí que vales".

¿Ser compositora y cantante le facilita el trabajo a la hora de conocer hasta dónde puede llegar la creadora y cuándo debe aparecer la intérprete?

Eso es como vivir en primera persona el dicho; yo me lo guiso, yo me lo como (sonríe)... Adoro la sensación de tener que escribir una historia porque es lo que aprendí desde que era niña. No me cuesta tener que ponerme a las nueve y media de la mañana delante de un escritorio y empezar a jugar con las palabras y, sobre todo, los sentimientos. De todas formas, ahí existe un riesgo que tienes que controlar, porque si no te acabas repitiendo más que el ajo. Por eso es decisivo asumir que en este mundillo es necesario evolucionar y ver qué caminos no has recorrido aún. Cada vez que grabas un disco estoy obligada a reconquistar el interés de mi público, porque esa es una lucha que nunca termina.

¿Se siente cómoda haciendo televisión?

Yo soy cantante y la música es por lo que he luchando durante tantos años, pero mi profesión me ha permitido conocer otras facetas que están conectadas con mi perfil artístico. Por ahora, "Tú sí que vales" quiere que esté con ellos, pero el día que mi profesión no me deje combinarlo o los responsables del programa pierdan la confianza en mí, entonces pondré fin a esa experiencia televisiva y me centraré en la música. El mundo del espectáculo está cambiando y te tienes que adaptar a ellos para evitar que una carrera caiga en el olvido.

¿Quedan muchas Merche por descubrir?

Yo no soy un personaje... Merche solo hay una. Si tuviera que aceptar ese papel mi vida sería un aburrimiento. Soy la misma cantando que haciendo unas habichuelas. En el escenario me debo al público que acude a un concierto y estoy obligada a dar el máximo. En la televisión esa sensación es distinta, pero de la misma manera trato de ser muy respetuosa con la audiencia que decide ver un programa en lugar de otro. Mi mayor rival soy yo, entre otras cosas, porque sé que si un día tengo que oír uno de mis discos anteriores no me voy a resistir a decir que eso no lo volvería a hacer ni local...

De vuelta a su experiencia en el programa "Tú sí que vales", ¿no ha sentido alguna vez una situación de bochorno ante la propuesta de algún concursante?

Este año menos, porque hemos tenido que juzgar unos números de gran calidad pero he visto que algunos concursantes tienen atrofiado su sentido del ridículo. Hay días que al ver el borrador de lo que una persona va a hacer, los miembros del jurado profesional -Merche, José Corbacho y Risto Mejide- preguntamos a los encargados de hacer la selección si esa persona está enferma. Lo que pasa es que si el que viene es abogado, ejerce como letrado y encima te canta un tema que le ha escrito a la infanta Elena, el "shock" es tremendo. Risto siempre dice: Ya que vuestras familias no dicen nada, os lo voy a decir yo: olvídate del mundo del espectáculo porque no tienes ninguna posibilidad... Él es muy crítico y entra en todos los líos. Yo, en cambio, prefiero tener unas palabras menos duras. Y es que si su madre no es capaz de decirle a un hijo/a que no vale un pimiento, quién soy yo para quitarle un sueño; que se estalle él solito.

Mira en tu móvil el vídeo del tema "Vendré por ti", un título incluido en su álbum "Un mundo de colores", que se presentó en 2012.