La Semana Santa en la Isla Baja, en Garachico en particular, se vive con especial fervor y la tradición cruza las fronteras eclesiásticas y se adentra en la gastronomía.

Por ello, dentro de las Jornadas de Arte Religioso organizadas por el proyecto cultural Área Garachico, se ha dedicado un espacio al condumio de estas fechas señaladas del calendario.

Hasta el próximo 31 de marzo se podrá disfrutar de la segunda edición del Menú Especial de Vigilia en diferentes restaurantes del municipio garachiquense.

Ardeola, Las Cucharitas, La Almena de San Miguel, El Lagar de Julio y Mirador de Garachico han preparado con esmero secuencias del recetario de Cuaresma para degustarlos durante la Semana Santa. Sin carne, como bien marca la tradición.

Por 12 euros, el que lo desee, disfrutará de un primer plato, un segundo y el postre acompañado de pan y bebida.

La Almena de San Miguel, de la mano de los hermanos Rodríguez Oliva, ha preparado sopa de marisco de primer plato. Como segundo, se podrá degustar un filete de mero con papas arrugadas y, de postre, un quesillo con espuma de torrija.

El restaurante Las Cucharitas, fiel a su estilo, ofrece unas garbanzas aderezadas con pescado. De segundo se podrá saborear una albacora con papas arrugadas y el postre está en la elección entre helado o café.

Por su parte, Ángel Muñoz, gerente del restaurante Ardeola, ha diseñado su menú con un caldo de huevo de primer plato y fideuá con almejas de segundo. Para terminar, con lo dulce deleitará a los comensales con leche frita con miel.

Mirador de Garachico, de reciente apertura y participando por primera vez, ha preparado un entrante con montadito de pulpo a la gallega. De primer plato, se podrá disfrutar de una crema de berros y, como segundo, el tradicional plato en Semana Santa: el bacalao encebollado. Francisco Mejías, propietario de este restaurante, también deleitará a los comensales con una crema de gofio con miel de palma de postre.

Por último, El Lagar de Julio ha preparado una ensalada de lentejas de primero. De segundo, el chef se ha decantado por unas albóndigas de bacalao y, para endulzar, las tradicionales torrijas.