“Quiero dedicarme a la ópera, llegar a ser una gran soprano y pisar los grandes escenarios de la lírica”. Así de segura se muestra Sislena Caparrosa, una joven tinerfeña que con tan solo quince años se ha clasificado para la final del programa de televisión “Tú sí que vales”, tras realizar una sentida interpretación de “O mio babbino caro”, de Puccini, que conquistó al público y conmovió al mismísimo Risto Mejide, miembro de un jurado que completaban la cantante Merche y el actor José Corbacho.
“Esta canción la siento en mi corazón”, afirmó Sislena en el curso del espacio emitido en la noche del pasado domingo por Telecinco. Con este planteamiento inequívoco abordó su interpretación la novel cantante, que no pudo aguantar las lágrimas y trasladó su emoción a la audiencia.
Se trata de la última revelación salida de la inagotable cantera de voces canarias. Nacida en Arafo, esta estudiante de Tercero de la ESO tiene ascendencia americana, ya que su padre es dominicano y su madre, una venezolana que vino a Tenerife siendo niña.
De momento, sus credenciales están presentadas: una imperfecta, emotiva y sorprendente interpretación del aria de Lauretta de “Gianni Schicchi”, en la que las cualidades vocales se impusieron a las lógicas vacilaciones, las lágrimas y el intimidante entorno. La gran Mirella Freni afirmaba que le era casi insoportable cantar algunos pasajes de Puccini, dada su fuerte carga sentimental. Sislena asume ese reto, pero como joven afirma que al cantar esa aria siente “felicidad” y “humildad”.
No menos asombro que su interpretación causó la reacción de Risto Mejide, que por una noche abandonó su pose arisca y fue poco a poco ganado por la tinerfeña. “Me encanta”, dijo esta antes de que Risto emitiera su veredicto, lo que provocó que Corbacho terciara con un humorístico “Está prohibido sobornar al jurado”.
Hay quien pensó que la concursante trataba de ablandar al insensible Risto. Pero la joven niega que quisiera poner al jurado de su parte: “Dije lo que sentía; me identifico con la forma de ser de Risto, que si tiene que decirte cuatro cosas te las dice con claridad. La imagen que da en la tele no tiene que ver con lo que es en persona”.
Risto sacó su lado bueno tras escuchar a la cantante, que, abrazada por el presentador, Christian Gálvez, escuchó su benévola sentencia: “Los que tienen que llorar son los que no han visto tu talento, los que no te dan una beca para seguir estudiando y la gente que no se emociona cuando te escucha. Para mí, Tú sí que vales”.
La demostración hizo que no pocos se preguntarán por qué semejante voz ha abandonado sus estudios. “Por problemas económicos”, aclara Sislena. “Acudía a cantar al Coro del Conservatorio, en el que están alumnos del centro, pero era un lujo que mi familia no podía costearme”, precisa.
Es por ello que decidió buscar otro camino, más rápido y arriesgado: la televisión, que crea y destruye ídolos a gran velocidad. “Tenía que buscar una oportunidad para darme a conocer”, explica la joven, admiradora de Luciano Pavarotti, Andrea Bocelli, Sarah Brightman, Anna Netrebko y, por supuesto, Maria Callas.
La solista asumió otro riesgo al abordar una exigente pieza del repertorio lírico, en vez de una canción convencional. “Tenía claro que debía cantar ópera”, alega.
Los telespectadores ya tienen una referencia de Sislena Caparrosa, que las pasadas Navidades dejó su impronta en el teatro Guimerá junto a la Banda Municipal de Santa Cruz de Tenerife, con la que interpretó “O mio babbino caro” y otra célebre aria pucciniana, “Nessum Dorma”, de “Turandot”.
Cantar en agrupaciones folclóricas, como antaño hicieron otras voces isleñas que hoy triunfan en la escena internacional, no entra en los planes de Sislena. Tenaz en su propósito, la joven arafera quiere seguir un solo camino, el de la ópera. Un camino lleno de dificultades, como tal vez alguien le advierta pronto, pero también un sueño realizable a tenor de l