ESA SERÍA LA PRIMERA CONCLUSIÓN y, tal vez, la más contundente de la derrota del Canarias en San Sebastián el pasado sábado. Era un choque marcado con rojo en el calendario de los aurinegros pero que, por aquello de su buena trayectoria en la competición, en las últimas fechas había bajado la tonalidad, al menos, hasta el naranja.

Tal vez eso traicionó el subconsciente del equipo. El choque había dejado de ser determinante para los de Alejandro Martínez y, por el contrario era de vital importancia para los vascos. Esa necesidad le dio un plus a los locales que se mostraron más agresivos en la globalidad de los cuarenta minutos. Ganó el que mejor jugó. A los nuestros les quedó el consuelo de haber salvado un average que también peligró en algunas fases del partido. Del mal, el menor.

No cuajó un buen encuentro. En ataque faltaron referentes y no hubo claridad para salvar la defensa rival. En ocasiones se abusó de buscar a Levi cerca del aro; una situación táctica que en muchas ocasiones ha dado muy buen resultado pero que el sábado se vio mermada en virtud del excelente trabajo defensivo de Papamakarios. Levi parecía más cómodo desde el perímetro, máxime teniendo en cuenta que sus compañeros no estaban acertados desde esa posición.

En el interior faltó la continuidad de Jakim para ayudar al trabajo de Blagota de Fotis y de Richi, el equipo lo acusó en exceso perdiendo la lucha por los rebotes con el agravante de haber dejado escapar hasta once rechaces en propio tablero.

Después de este resultado, la clasificación se sigue apretando. La buena dinámica del Lagun Aro está encareciendo la salvación. Faltando siete jornadas, no parecen suficientes las once victorias que tiene el Canarias y se adivina necesario otro triunfo para materializar la continuidad deportiva en la liga ACB.

No será bueno generar demasiada ansiedad por la llegada de esa victoria, y lo cierto es que el equipo se está manejando en unos números que en nada hacen dudar de la consecución de semejante objetivo, pero cuando el final se acerca es lógico sacar la calculadora. La próxima estación es, en el Santiago Martín, ante otro referente de la competición, el Unicaja de Málaga.