Algunos usuarios de la playa que se encuentra junto al Parque Marítimo han expresado su descontento porque las actividades que ha puesto en marcha la sociedad que gestiona este espacio de ocio son moletas.

Explican que el pasado fin de semana, incluidos jueves y viernes, se instalaron unos altavoces "cuyo volumen superaba los límites legales y era insoportable para quien busca la tranquilidad".

Además, señalan que en días previos se ha venido acondicionando la zona, "primero con la retirada de las rejas de La Cascada, para facilitar el paso", pero también "con unos carteles que desaconsejan el baño porque el agua no reúne condiciones", algo que, indican, "obedece a un intento de ocultar la playa para potenciar el negocio de las piscinas del parque".

Así, alguno de los afectados señala que "resulta sospechoso que quien ha colocado carteles de prohibición sea precisamente quien convierte la playa en una zona ruidosa", a la vez que acusan a las autoridades de "apoyar intereses económicos y no mantener jamás la playa en condiciones".

Por ello, algún usuario ha presentado un escrito ante la Policía Local en el que se reclaman las mediciones y análisis pertinentes para determinar no solo la intensidad del ruido, sino la calidad del agua en la zona.

Por su parte, la sociedad pública que gestiona el Parque Marítimo aseguraba ayer que en esta playa "no está permitido el baño porque es zona portuaria" y que la recomendación de no hacerlo "se mantiene desde hace años", por lo que advierte que, "quien lo hace es bajo su responsabilidad y conforme a la legislación, también lo es de hacer frente a los gastos de los medios en caso de emergencia". Además, explican que este espacio también forma parte de la concesión administrativa, "por lo que se incorpora a la oferta de ocio del Parque Marítimo", al margen, indican, de que se permita la estancia de quienes no son usuarios de las piscinas.