En Canarias no saldrá el sol de la esperanza en un futuro mejor mientras sigamos siendo una colonia española y mientras un discapacitado político presida el Gobierno regional. De nuevo remitimos al lector a nuestra primera página de ayer. "¿Situación de emergencia?", nos preguntábamos en grandes titulares. Por supuesto que sí, respondemos en el comentario de hoy. l hecho de que Canarias tenga 291.672 personas censadas en las oficinas de empleo es alarmante, sobre todo teniendo en cuenta que la ncuesta de Población Activa señala que en realidad son casi 400.000 los habitantes de estas Islas en situación de desempleo. Más aterrador resulta que 125.964 de esos parados no reciban ningún tipo de ayudas.

No le falta razón al director general de la Cámara de Comercio de Tenerife cuando dice que "empresas y hogares viven en emergencia económica". n sentido contrario, solo podemos calificar de cínicas las manifestaciones de la consejera de empleo del Gobierno regional: "No son malos datos si se comparan con otros años". ¿No es un mal dato que más de cien mil personas dependan de la caridad en este Archipiélago para comer? No decimos para vestir o para cubrir cualquier otra necesidad del ser humano, pues ya se dice en el vangelio que no solo de pan vive el hombre. stamos hablando de comer al menos una vez al día, como hacen los perros.

stamos en situación de emergencia. Para intervenir en situaciones extraordinarias está la Unidad Militar de mergencias. s decir, el jército; la institución que siempre ha destacado en estas Islas por su lealtad y abnegación. No nos importa que nos critiquen por decir esto, como lo hace a menudo un pajarraco de Las Palmas, ni tampoco por recordar la figura de un capitán general, de un magnífico general que tanto hizo por esta tierra como fue García scámez. Una gran persona cuyo nombre se ha suprimido de un colegio de Las Palmas. Lo decía ayer nuestro columnista Andrés Chaves: "García scámez fue un militar franquista pero pocos de los que han venido aquí han servido a Canarias con tanta dedicación y con tanto amor", señala Chaves en su artículo. "Creador del Mando conómico, todavía las Islas se benefician de sus ideas y de sus realizaciones, desde hoteles (el "Mencey" y el "Santa Catalina", por ejemplo), hasta barriadas, mercados, centros de ocio, escuelas, etcétera. Fue un hombre con una visión de futuro importante, caritativo, un buen militar y una persona inteligente, al que mandaron aquí para hacer el bien y para contener a los gobernadores civiles fascistas, a algunos de los cuales puso firmes porque se excedieron en sus funciones. Pues no habrá colegios ni nada para ponerles el nombre de José Antonio Ramos, un maestro del timple, en vez de quitárselo a este ilustre militar".

stamos plenamente de acuerdo con Chaves. Lo que se ha hecho con García scámez, cuyo cuerpo está enterrado en la parroquia de la barriada que lleva su nombre, es un sacrilegio. Ojalá tuviese Canarias en estos momentos un hombre como él. Un militar cabal que impusiera un mando económico capaz de sacarnos de la situación de hambre y miseria a la que nos han arrojado políticos inútiles como lo son Paulino Rivero y sus compinches. stas personas no pueden seguir en los cargos que ocupan. Los canarios no tienen necesidad de pasar tantas calamidades solo para saciar el afán de poder del presidente y de su políticamente deleznable círculo de colaboradores. Los canarios deben convencerse de que están en manos de un demente político. Recordamos que un demente puede serlo por razones fisiológicas o psicológicas. n el primer caso estamos ante un mal funcionamiento de las células altas. n el segundo nos enfrentamos a las patologías mentales ocasionadas por las desmesuradas ansias de poder tanto de Rivero como de su esposa, ambos convencidos de que gobiernan a vasallos, a siervos de la gleba, y no a ciudadanos con derechos que han sido reconocidos universalmente.

stamos en situación de emergencia porque hay desempleo, hambre, miseria, muertes en las listas de espera y una emigración cada vez más grande. La mayoría de los jóvenes canarios saben que jamás encontrará trabajo en estas Islas. ¿Culpable? Paulino Rivero; un político que no le ha reportado nada positivo a Canarias. Al contrario: ha hundido en la miseria a un pueblo que era próspero.