La instalación en Santa Cruz de una serie de hitos conmemorativos de la Gesta del 25 de Julio ha dado hoy un paso más con el descubrimiento de tres nuevos monolitos, que se suman a los seis presentados a comienzos de año, dentro de la iniciativa promovida por la Tertulia Amigos del 25 de Julio, en colaboración con la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento.
El alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez, junto al presidente de la Autoridad Portuaria, Pedro Rodríguez Zaragoza, asistieron al acto inaugural, celebrado este mediodía en la avenida Francisco La Roche. Además, la cita contó con la presencia del general José Manuel Pérez Beviá, director del Centro de Historia y Cultura Militar de la Subinspección del Mando de Canarias, y el presidente de la Tertulia Amigos del 25 de Julio, José Manuel Ledesma.
De esta forma, la propuesta de los miembros del colectivo citado se hace realidad. Se trata de una iniciativa que pretende revivir la historia de la ciudad, a través de la colocación de un total de 16 monolitos de piedra basáltica, que recuerdan al vecino y foráneo la épica labor realizada por las milicias tinerfeñas, que defendieron la ciudad con ahínco ante el ataque de las tropas inglesas dirigidas por el contralmirante Horacio Nelson en 1797.
Desde hoy, Santa Cruz cuenta con un total de nueve hitos. En cada uno de ellos se incrusta un bajo-relieve con la silueta de la antigua fortificación que allí existió y una placa con una leyenda en la que se recogen datos referidos a la misma, como la fecha de fabricación y demolición, el armamento con que contaban, hechos destacados de su existencia, entre otros detalles.
Estos puntos informativos se encuentran instalados en diferentes zonas del litoral capitalino. Los tres nuevos hitos que se inauguraron hoy se encuentran ubicados en los alrededores de la Avenida Francisco La Roche. En esta misma vía, frente al Edificio de Usos Múltiples 1, se ha colocado uno de los monolitos, donde se encontraba la Batería del Pilar. Esta fortificación se construyó en 1780 y estaba situada en la parte alta de la huerta de los Melones, a 190 metros del barranco de Almeyda. Se trataba de una simple explanada empedrada pero disponía de tres piezas servidas por 12 artilleros al mando del sargento Francisco Calleros y la misma fue desartillada en 1850.
Otro de los monolitos se ubica en la Rambla de Santa Cruz haciendo esquina con Francisco La Roche, donde se erigía la Batería de San Antonio, construida en 1656 y reconstruida en 1755. Estaba artillada con ocho cañones, servidos por 30 soldados al mando del capitán Francisco Madan. Este fuerte desempeñó un papel fundamental frente a los ataques de los almirantes ingleses Blake, en 1657, Jennings, en 1706 y Nelson en 1797, ya que estaba emplazada entre los castillos de Paso Alto y San Cristóbal.
El tercer hito que se inaugura hoy se sitúa en la calle San Isidro, esquina con Arquitecto Marrero Regalado, lugar en el que la Batería de Santiago actuó con sus cuatro cañones frente a la escuadra británica de Nelson. Se construyó en la huerta de Los Melones en 1826 y vino a sustituir a las baterías de San Rafael y La Candelaria, que habían desaparecido al desbordarse el barranco de Almeyda en 1826. Casi un siglo más tarde fue declarada inadecuada para la defensa.
Santa Cruz fue la única plaza fuerte de Canarias, con un historial heroico y victorioso, entre el que resalta la acción militar más importante librada en la historia de Canarias: la Gesta del 25 de julio de 1797. El conjunto de monolitos se sitúan en los lugares en los que se erigían los puestos defensivos de la ciudad, que jugaron un importante papel en la lucha contra las tropas inglesas, dirigidas por el contralmirante Horacio Nelson en 1797.