Venezuela está llamada hoy a las urnas para elegir presidente entre el candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Nicolás Maduro, y el principal aspirante opositor, Henrique Capriles Radonski, en una lucha por suceder al histórico líder Hugo Chávez, fallecido el pasado 5 de marzo.

Para los comicios , están convocados alrededor de 18,9 millones de venezolanos que se han registrado para el voto en las 39.000 mesas electorales.

Los centros abrirán a las 06:00 horas (12:30, hora peninsular española), aunque la hora de cierre cambiará según la afluencia. Se estima que los primeros resultados estarán disponibles a las 22:30 horas (05:00, hora peninsular).

A medida que Chávez fue acumulando poder y ampliando las ayudas a los más pobres tras su triunfo en 1999, la sociedad fue polarizándose entre simpatizantes y detractores del mandatario.

Sus encendidas defensas y críticas contagiaron a la población, en ambos bandos, y el presidente sufrió un golpe de Estado en 2002 celebrado por sus detractores en las calles del país. Sin embargo, Chávez superó ese bache y el respaldo a su gestión fue manteniéndose a lo largo de sus 14 años en el poder, gracias al aumento del precio del petróleo que le permitió financiar los subsidios sociales para los más desfavorecidos, a medida que también aumentaba la deuda o no se resolvía el problema de la escasez de alimentos y la inflación se mantenía en altos niveles.

Esa polarización y los logros y fracasos del ya fallecido Chávez se han concentrado en apenas diez días de campaña electoral, la más corta de la historia de la democracia venezolana. Pero estas dos semanas han demostrado que por muchas apelaciones que hagan al mandatario fallecido, ninguno de los candidatos es Chávez.

Capriles no lo pretende, pero la agresiva campaña en la que ha participado le ha obligado a utilizar el tono duro y áspero de los dirigentes oficialistas. Y por su parte, Maduro conoce la inmensa tarea de suceder al líder de la revolución bolivariana, pero ha intentado defenderse de cualquier comparación, aunque alabando el legado y la guía de su "padre" Chávez