Han pasado 20 años desde su primera actuación en el gigante asiático, pero los chinos no le han olvidado. La voz de Julio Iglesias, "Huliao" en mandarín, volvió a oirse el pasado fin de semana en Pekín en un concierto en que el público se le rindió.

La voz y populares letras del cantante resonaron en el teatro del Centro de Exhibiciones de Pekín ante más de dos mil personas, una audiencia entregada que "cantó" junto al artista algunos de sus éxitos así como versiones a medida de otros conocidos artistas. "Es la primera vez que le oigo y me recuerda a España, un país de pasión y con buena música y baile", aseguró Zhou Li Na, una de las asistentes al concierto. Y es que el idioma no fue una barrera para que Julio conectara con su público, con el que interactuó constantemente durante las dos horas de actuación.

"Gracias China, Gracias Pekín", dijo el artista en numerosas ocasiones, que conquistó al público ya desde el inicio del concierto, cuando dedicó unas palabras a los afectados por el reciente terremoto en la provincia de Sichuan.

"Hoy es un día difícil para el pueblo chino. El terremoto ha cambiado la vida de miles de personas. Mi corazón, mis sentimientos, mis emociones, mis alabanzas y mi pasión van hacia esa gente que está sufriendo", rezó el artista.

La actuación de Julio Iglesias en Pekín supone un doble triunfo para el cantante: la vuelta a una tierra "muy querida" -donde vivió con su primera mujer en los setenta- y el cierre "con éxito" de su gira en el país asiático.