A las puertas de una de las primeras grandes romerías del año, la de San Marcos, que se celebra hoy en Tegueste, y con la polémica abierta en Santa Cruz de Tenerife por la prohibición de la Concejalía de Fiestas de impedir el uso de cámping gas para calentar comidas en el baile del magos que se celebra la noche del próximo jueves, EL DÍA ha dedicado el debate de esta semana a conocer la opinión de algunos pioneros, y otros más escépticos, sobre si la comida típica conlleva el uso de fuego para servirla al menos tibia.

Esteban Reyes, incondicional del baile de magos y de las tradiciones, presidente y fundador de la asociación cultural Brasileiros y "padre" del paseo de San Telmo, abrió "fuego" con su desparpajo característico. Amante del arte culinario, parece reservarlo para el concurso de comidas típicas. "Al baile voy a comer, beber y divertirme. Antes me mataba a freír y la gente hartándose hasta que me di cuenta y decidí ir yo también a divertirme".

A falta de la versión del concejal de Fiestas, más atareado en reuniones de programación y presentaciones de aspirantes que en atender a debates como este, Ángel Ramos, de la asociación cultural Carricitos, aportó su doble visión de participante y miembro durante dos años de la organización oficial. La prohibición de cámping gas en el baile de magos "es una medida de seguridad que se aplica por lo ocurrido en la gala del Carnaval con la aspirante Saida Prieto, que ha despertado en la organización un exceso de celo por la seguridad". Ramos se mostró partidario de prevenir los accidentes y tomar las medidas, pero dentro del sentido común, y planteó habilitar algunas zonas donde poder calentar la comida. "No vas a mantener asaderos, como se había visto en algún caso hasta hace poco o hacer fuego debajo de una palmera. Debería haber una prohibición que prohíba tanta prohibición porque, si no a este paso el próximo año vamos a tener que llevar los trajes de mago de material ignífugo". La nueva norma, entiende, quizás el concejal la ha adoptado para justificar que hace algo, "cuando lo que ocurrió en la gala fue un accidente. Se dio la circunstancia idónea y, como una lotería, ocurrió. Nos tocó esta vez".

El debate contó con la participación también de un periodista de EL DÍA experto en gastronomía, Francisco Belín, quien aportó su visión como ciudadano que participa en los tradicionales bailes de Santa Cruz, La Orotava, Valle Jiménez... Cuestionó qué ocurrirá si por "atuercar restricciones se va a celebrar un baile de magos sin más y solo con orquesta". "Siempre cabe la posibilidad también de llevar las papas calentitas en una maletita preparada, pero apostaría por buscar fórmulas para la salvaguarda de las atmósferas y los ambientes de esta cita", apuntó

"Me encantaría llevar almogrote a amigos en la Península, pero sé que me arriesgo a que sometan el bote a un ensayo para conocer si es Goma 2". "Con una excelente coordinación se podría habilitar un sistema que regule la entrega de fuego y se permita en algunas zonas", valoró.

"Soy un defensor del condumio hechito, que es el sabor de nuestra tierra, con cherne, conejos, escaldones..., lo otro sería organizar una excursión", concluyó Francisco Belín.

Otra histórica de las Fiestas de Mayo de Santa Cruz es Ángeles González Ramos, de la asociación cultural El Cabito y la AV Los Caberos. "Es excesiva tanta prohibición. No digo que cada uno tenga un fogón, pero sí que se permita pequeñas bombonas para poder calentar la carne, el conejo, las garbanzas... y se sirva la comida tibia".

Ajeno a las tripas de la organización y a los grupos incondicionales, aportando una visión más externa, Iván González, presidente de los empresarios de la avenida Venezuela, en La Salud, no sale de su asombro por la prohibición de no usar cámping gas en el baile de magos del jueves en Santa Cruz. "¿Quién se comerá las sardinas frías?". La ultraprohibición se remonta, en su opinión, no ya al caso Saida, sino al antecedente del Madrid Arena. Sin embargo, "Santa Cruz es menos permisivo que otros municipios".

En primera persona sufrió la negativa a un permiso que solicitó para organizar actividades, o a la indefinición, hasta última hora, para conceder una autorización, hasta el punto de que la Gerencia de Urbanismo le pidiera la licencia de apertura de los establecimientos que participaban, cuando es ese departamento es el mismo que las concede. "El ayuntamiento tiene técnicos. Yo expongo ideas y deben darme alternativas, no denegármelas". "Tal y como están las cosas, nadie se quiere mojar en el ayuntamiento", sentenció Iván González, a lo que apostilló Ángel Ramos: "Es la prudencia del cobarde".

Frente a estas fobias al fuego a la que invitan los nuevos tiempos, según Francisco Belín, el periodista recuerda que "el pueblo vuelve a ser pueblo en el baile de magos, donde se evitan malas historias. Existe un menú para ese día y un celo a la hora de vestir, una liturgia y una tradición".

Esteban Reyes se muestra más "práctico". "El 50% de la gente que va a la comida se come lo que sea, sobretodo los jóvenes", una versión que contrasta con Ángeles González, que rompe una lanza por el espíritu familiar de la cena del baile. "Acuden muchas familias con sus cenas".

Del valor etnográfico y antropológico del baile de magos, presentado como tradición, a la necesidad de cuidar las formas, o mejor las vestimentas. Ángel Ramos elogia a la mayoría de participantes y su forma de vestir. "La campaña del Cabildo De mago se va vestido, no disfrazado ayudó mucho".

"¿Qué de malo tenía la anterior normativa que se ha tenido que acotar?", se pregunta Belín, sorprendido en tono jocoso por si Fiestas tema una "invasión de papas arrugadas calientes".