El Tribunal Supremo (TS) condenó al exsargento o exsubinspector de la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife Tomás Eugenio Pérez Rodríguez a dos años de prisión por cuatro delitos contra la integridad moral de cuatro mujeres que trabajaban como agentes municipales a sus órdenes.

Además, tres de las víctimas de los daños morales serán indemnizadas con 12.000 euros, mientras que la cuarta percibirá otros 5.000. Es decir, la indemnización asciende en total a 41.000 euros, según recoge la sentencia.

De forma expresa en el documento del Tribunal Supremo al que tuvo acceso EL DÍA se hace constar que del abono de las cantidades responderá de forma subsidiaria el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.

Este asunto se juzgó en la Sección II de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife hace poco más de un año por los delitos contra la integridad moral, de lesiones psíquicas, amenazas y coacciones contra el citado Tomás Eugenio, así como contra el que era jefe de la Policía Local de la capital tinerfeña en el momento en que ocurrieron los hechos, Antonio Aguilar Barroso, por permitir que se produjera dicha situación con las citadas agentes.

Ambos mandos fueron absueltos de los delitos por los que fueron procesados, pero se permitió a las denunciantes la posibilidad de recurrir ante la Sala Segunda del Tribunal Supremo.

Desde el año 2002 hasta octubre de 2006, al ejercer como jefe de la Unidad Administrativa de la Policía Local, Tomás Eugenio profirió contra las afectadas continuas descalificaciones y humillaciones públicas, tanto en presencia de policías locales como ante particulares que acudían a las dependencias donde trabajaban.

Entre otras cosas, el exsubinspector amenazó a las afectadas con divulgar su expediente personal, que las iba a expulsar de la unidad, a la vez que las calificaba de "pérdidas", ya que, a su juicio, mostraban falta de rendimiento en el trabajo; "inútiles", "ineptas", así como "archivo, archivo", en referencia al destino al que algunas de las víctimas fueron destinadas a partir de mayo de 2006.

A una de las denunciantes, el citado mando condenado, que ya está jubilado, le llegó a decir "(...) no te enteras porque vienes de follar con el nota", así como "¿no tienes dinero para ir a una peluquería?, píntate".

A otra de las víctimas le llegó a recriminar que llamara a su hermana, a pesar de que esta última tenía un cáncer terminal.

El asunto fue denunciado ante el entonces jefe del cuerpo, Antonio Aguilar, por un portavoz de la Asociación Sindical Independiente de la Policía Local (Asipal), que puso de manifiesto la actuación déspota, denigrante, vejatoria e indigna con la que el entonces sargento Tomás trataba a las agentes y para que tomara las medidas oportunas contra dicho mando, teniendo incluso la posibilidad de elevar la queja para incoar el correspondiente expediente administrativo, pero no hizo nada. La sentencia del Supremo mantiene la absolución a Aguilar. Y es que, aunque considera que incurre en los mismos delitos que el exsargento, por omisión, su acción ya prescribió, según informó ayer Asipal. Esta organización sindical apunta que el TS llega a señalar que en los malos tratos ejecutados sobre las víctimas durante ese período, "el sexo femenino tuvo una influencia importante en la conducta de este superior" cuyos improperios tenían un tono y contenido "claramente machistas".