Investigadores de la Policía Científica estudiaban ayer la causa del incendio que dejó una mujer de 80 años herida de gravedad por quemaduras al salvar a su nieta de las llamas y provocó daños importantes en una vivienda de la calle Ramón y Cajal, en el centro de Santa Cruz de Tenerife. La víctima sufrió quemaduras de primer grado en el tórax, cara y manos.

El suceso ocurrió pasadas las 10:15 horas en la confluencia con la calle Castro. El fuego comenzó en un cuarto de costura.

Hasta el lugar acudieron, en primer lugar, agentes de la Unipol y un motorista de la Policía Local de Santa Cruz. Al subir hacia la casa afectada, los agentes municipales encontraron a un hombre que bajaba con una niña de dos años en brazos. Ambas personas fueron llevadas por las escaleras y una agente de la Policía Nacional las sacó del inmueble.

Después fue localizada la octogenaria, que supuestamente trató en los primeros momentos de sofocar por sus medios el incendio.

La niña de dos años es la nieta de la víctima que sufrió lesiones de gravedad y sufrió intoxicación leve por inhalación de humo. Una agente del Cuerpo Nacional de Policía de 32 años también sufrió problemas respiratorios leves, aunque, al igual que la menor, fue atendida en el lugar de los hechos.

Una de las fuentes consultadas comentó que las llamas dañaron la habitación donde empezó el fuego, parte de otro cuarto, así como el pasillo de la vivienda. Después de que los bomberos del Consorcio de Tenerife apagaran el incendio y ventilaran el inmueble, agentes de la Brigada Provincial de Policía Científica llevaron a cabo la inspección ocular y el informe fotográfico para tratar de determinar cuál fue el origen del suceso.