La policía boliviana exhumó hoy el cadáver de un joven que la semana pasada fue enterrado vivo por una turba en la misma tumba en la que estaba el de la mujer a la que supuestamente había violado y matado, informó una fuente oficial.

El comandante de la Policía del departamento de Potosí, coronel Luis Cardozo, indicó a los medios que el cadáver del muchacho, de 16 años, fue desenterrado y trasladado a otra tumba en el mismo cementerio de la localidad de Colquechaca.

El joven fue capturado el pasado miércoles por una turba de indígenas y vecinos que irrumpió en una audiencia judicial en la que era acusado del asesinato y la muerte de una mujer de 35 años.

Después fue golpeado y enterrado vivo en la misma fosa en la que estaba el cadáver de su supuesta víctima, sin que el juez y el fiscal del caso o los pocos policías que allí estaban pudieran evitarlo.

La exhumación del cadáver se produjo sin problemas, pese a que los indígenas habían impedido el fin de semana que la familia del joven recuperara el cuerpo, según los medios locales.

Cardozo señaló que la policía investiga para determinar quiénes incitaron a la comisión del crimen y quiénes lo ejecutaron.

Este es uno de los cuatro linchamientos cometidos la semana pasada en nombre de la "justicia comunitaria", de los que tres se registraron en Potosí y otro en la región central de Cochabamba.

La Defensoría del Pueblo señaló hoy en un comunicado que se trata de asesinatos similares a otros que por decenas han sido cometidos en los últimos nueve años, casi todos sin sanción penal.

La "justicia comunitaria" está consagrada en la Constitución promulgada en 2009 por el Gobierno de Evo Morales, que ha insistido en que el linchamiento no es parte de ese sistema, aunque los grupos vecinales e indígenas que lo aplican dicen ampararse en ella.

La semana pasada dos hombres de 17 y 21 años acusados de robar a un taxista fueron quemados vivos por los campesinos del pueblo de Tres Cruces, también en Potosí.

El cuarto linchamiento fue llevado a cabo en un pueblo de Cochabamba, donde chóferes y campesinos capturaron, golpearon y prendieron fuego a seis presuntos ladrones de vehículos, de los que uno murió.