El Hierro celebró ayer su Fiesta Real en Valverde, en donde vecinos de los distintos pueblos se congregaron desde primera hora de la mañana para rendirle un nuevo homenaje a la Patrona, la Virgen de Los Reyes, en el marco de la LXVIII edición de La Bajada. La Iglesia Matriz de La Concepción se vistió de gala para uno de los momentos cumbre de esta tradición que arranca con la firma del Voto en 1741.

Con un lleno completo en las tres naves de esta iglesia del siglo XVIII, a las 10:00 horas comenzó la entrada de los pueblos al templo representados con sus grupos de bailarines, tocadores y abanderados para rendirle venia a la Patrona.

De nuevo pusieron la nota de emoción en la jornada con ese retumbar de pitos, tambores y chácaras en el interior de la iglesia en la que se encuentra la Virgen desde el 6 de julio, Día de La Bajada.

Los pueblos, como viene siendo costumbre, entraron a rendir venia en el orden de sus "rayas" en La Bajada: Sabinosa, El Pinar, El Golfo, Isora, San Andrés, El Norte y Valverde.

Tras finalizar con Valverde, comenzó una Eucaristía presidida por el obispo de la Diócesis, Bernardo Álvarez, al que acompañaban otras autoridades religiosas como el vicario Antonio Morales y los párrocos de El Hierro, así como los miembros de la Fundación Virgen de Los Reyes. Numerosas autoridades civiles también se dieron cita en esta Fiesta Real.

A la presencia de todas las autoridades de El Hierro, encabezadas por el presidente del Cabildo, Alpidio Armas, se sumó la asistencia del presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, y seis de sus consejeros; el presidente del Parlamento, Antonio Castro, y los miembros de la Mesa; la delegada de Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández; el presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo; la presidenta de La Palma, Guadalupe González; y el diputado del Común, Jerónimo Saavedra, entre otros.

Bernardo Álvarez en su homilía destacó que la Virgen María es el modelo de fe y esperanza en el que las promesas de Dios se cumplen de generación en generación.

"Ella es el arca de la nueva alianza realizada por Dios con su pueblo", dijo. "En la Bajada, cumpliendo el Voto, la hemos traído a esta parroquia y hemos celebrado su Novenario. Aquí, en esta iglesia, la Madre Amada aparece resplandeciente, hermosamente adornada, queriendo resaltar así su grandeza", manifestó el obispo.

El pasaje del Evangelio leído en la jornada fue el de la Visitación de María a su prima Isabel.

El obispo indicó que la "Bajada expresa muy bien las visitas que la Virgen hace a su pueblo; la constante cercanía de María con su pueblo y sus necesidades".

Tras la misa, comenzó una magna procesión por las calles de Valverde. La Virgen, con vestido azul con bordados en oro, en su trono de plata estrenado en la Fiesta Real de La Bajada de 1961, acompañada en esta ocasión por un gran grupo de bailarines conformado por 8 parejas de cada uno de los pueblos en el orden de La Subida (Valverde, El Norte, San Andrés, Isora, El Golfo, El Pinar y Sabinosa).

La procesión se convirtió en un espectáculo de música, colorido y fervor en torno a la Patrona de los herreños y finalizó con loas espontáneas a la Virgen y voladores.