El concejal de Fiestas, Fernando Ballesteros, informó ayer al consejo del organismo autónomo de las modificaciones de seguridad y protección que incorporará en las bases de los concursos del próximo Carnaval a raíz del caso Saida. Las nuevas normas para las galas de la reina -adulta, infantil y de la tercera edad- obligarán a los diseñadores a contar con un seguro de responsabilidad civil por una cobertura mínima de 600.000 euros para posibles daños que pueda causar su traje en el concurso como en cualquier acto del Carnaval, que podría costar unos 1.500 euros, de forma orientativa.

Los diseñadores deberán presentar a Fiestas un proyecto de su traje que detalle medidas, elementos y materiales, y especifique las características del cinturón que ata a la representante a la fantasía. El objetivo que persigue Fiestas es garantizar que se trate de un "mecanismo de autoliberación", tipo cinturón de avión.

Una comisión técnica, designada por la propia organización, se encargará de visitar los talleres de los diseñadores antes de la gala para verificar que el resultado final de los trajes se ajustan al proyecto, una inspección técnica de trajes (tipo ITV) que correrá a cargo de técnicos municipales y otros relacionados en materia de seguridad.

Junto al cinto, tipo avión, la organización es tajante en la prohibición de "elementos pirotécnicos, eléctricos o de cualquiera otra naturaleza que pudiera entrañar el mínimo riesgo de causar daño o lesión a cualquier persona o cosa".

También obligan a los diseñadores a soldar los trajes en sus talleres y les impiden arreglarlos en el recinto ferial como ha ocurrido con algún espaldar roto tras la gala y antes de la cabalgata anunciadora.

Además, las fantasías serán más pequeñas. De los cinco metros de altura, cinco de ancho y un fondo de seis, la originalidad se limitará a cuatro metros de alto, cuatro de ancho y un fondo de cuatro y medio, según las nuevas bases.

Y todo eso, bajo el apercibimiento de la "inmediata descalificación".

Las nuevas medidas de seguridad también afectarán al resto de concursos. No solo se prohíben los elementos pirotécnicos, eléctricos o de otra naturaleza, sino que sacrificarán el espectáculo tipo Trapaseros o Distraídos al impedir el uso de estructura, truss u otros montajes, y limita los figurantes a los propios componentes.

Concursos de grupos

"Se prohíbe expresamente en la celebración del concurso la utilización de elementos pirotécnicos, eléctricos o de cualquiera otra naturaleza que pudieran entrañar el mínimo riesgo de causar daño o lesión a cualquier persona o cosa".

"En aras de mantener la seguridad de participantes o asistentes al concurso y evitar daños sobre las cosas, no se permite ni sobre el escenario ni en otro lugar del recinto la colocación o instalación de ningún tipo de estructura, truss o montaje -a salvo de las propiamente contempladas como soporte publicitario-, y ello sin perjuicio de que las murgas actuantes puedan hacer durante el concurso sus habituales parodias, que en todo caso deberán ser exclusivamente realizadas por sus propios componentes".

Los diseñadores deberán aportar "memoria del diseño del traje, que deberá contener explicación de sus medidas y de los elementos y materiales utilizados en su confección y una explicación detallada de los elementos o mecanismos de auto liberación de la candidata que le sean instalados, todo ello a los efectos de su constatación por la comisión técnica verificadora de los elementos de seguridad".

"Póliza de responsabilidad civil a nombre del diseñador, sea persona física o jurídica, que dé cobertura por importe mínimo de 600.000 euros a los posibles daños que pudieran causar por la participación del traje tanto en el concurso como en el resto de actos".

"Los trajes deberán estar confeccionados de tal manera que la candidata no tenga ningún tipo de impedimento para liberarse del mismo en caso de que surgiera cualquier eventualidad, quedando prohibido mecanismo que no lo permitiera".