Grabados, cerámicas, piezas óseas, collares de cuentas, conchas... Este conjunto de restos, testigos del pasado, se esparcen descontextualizados o bien desaparecen víctimas del continuo expolio, de un desmedido afán por el coleccionismo, de los movimientos de tierras producto de las obras y, sobre todo, del olvido y la indiferencia.