Juan José Rodríguez lleva en el ejercicio de la abogacía desde hace casi 40 años. Nacido en Las Palmas de Gran Canaria en 1952, con procedencia de Lanzarote, aunque lleva en Tenerife desde 1969, confía en que el caso Saida no sea con el que cierre su carrera.

¿Es un abogado mediático?

En absoluto. He salido poquísimas veces en los periódicos.

¿Cómo lo contrata Saida?

Me conoció por Cristino Suárez, su cirujano estético y además vecino de ella. Con Cristino tengo una relación de amistad.

Su contratación, ¿rompió la relación de Saida con el ayuntamiento?

No sé la relación interna entre Saida y el alcalde. Desde que intervengo el ayuntamiento va por un lado y Saida por otro. Tengo que hacer dos agradecimientos formales: uno, el magnífico trabajo de la Policía Nacional y la Científica frente a la chapuza de la Policía Local. El segundo, al ayuntamiento, porque por su propia voluntad incoa la pieza de responsabilidad patrimonial, por lo que reconoce su responsabilidad.

¿Ha visto los seguros?

Sí. El seguro de Willy Jorge es de coña, es el seguro del local donde ejerce su actividad profesional.

¿Su agradecimiento al ayuntamiento implica que no llame a declarar al concejal de Fiestas?

Pediré que la exconcejala de Seguridad Ciudadana y el edil de Fiestas declaren como testigos.

¿Pedirá que los imputen?

El tema penal no es lo trascendente para Saida; lo trascendente es la responsabilidad patrimonial.

¿Saida está más preocupada por el dinero que por que alguien termine en la cárcel?

Exactamente. La preocupación de Saida desde el principio ha sido su recuperación física, estética y psíquica. Planteamos al ayuntamiento y a Mapfre un convenio que le garantizara la sanidad.

¿Quiénes son los culpables?

Hay un culpable directo: Willy Jorge. Ya no es imprudencia; es manifiesta impericia, negligencia absoluta con infracción de toda clase de reglamento en el uso de fuegos fríos. La tienda que se los vendió le advierte de que ni se le ocurra usarlo en el Carnaval y él desiste. Es el causante directo. Luego hay otro, indirecto, el que tenía que vigilar y permitió que se produjera: el gerente. Uno por acción y otro, por omisión.

El exgerente de Fiestas exculpa al concejal en un escrito al decir que no le comunicó nada.

Está clarísimo que se lo dictó el servicio jurídico para exculpar al concejal.

¿Willy pidió autorización para usar fuegos?

Clarísimo. Hay una solicitud expresa de él al gerente pidiendo el uso de fuego frío. No es de recibo que el gerente diga que como no pasó a recogerlo entendió que no se había dado.

¿Fiestas permitió los fuegos?

Existe una autorización expresa, que se la leen por teléfono a Willy Jorge. De hecho está en el recinto preparando los fuegos delante de todo el mundo. ¿Una persona que no está autorizada está dos horas con esos preparativos, sin ocultarse?

¿Qué fue primero: el huevo o la gallina? ¿Si el gerente no hubiera dado permiso Willy no hubiera empleado fuegos y no hubiera pasado nada? ¿Tiene uno más responsabilidad que otro?

Tienen el mismo grado. En Derecho Penal el delito se puede cometer por dolo y por imprudencia.

Pero, ¿cree que existe dolo?

A la persona que le dicen ni se te ocurra usar fuego en carnavales y a pesar de todo lo hace... no es un negligente, es un atrevido, y eso es el dolo eventual.

Llaman al personal de Fiestas sin citar antes al concejal.

La jueza está haciendo una buena instrucción. Traslada a sede judicial lo que hizo la Policía. Tomaron declaración a 25 testigos, y la jueza ha citado a 10.

¿No le parece duro escuchar a Saida o a su madre: me la tienen que pagar o me han roto la vida?

Es que es verdad. El Derecho Penal tiene una parte para evitar que los hechos vuelvan a ocurrir y otra parte primitiva, de venganza y de castigo. Si usted mata sabe que puede ir a la cárcel. Si me lesiona alguien que ha actuado con impericia, negligencia o con dolo... tengo que pedir el castigo.

Pero ha sido un accidente.

Un accidente provocado por una actuación imprudente. Estamos en el punto de ver si hay dolo eventual o es una simple imprudencia.

Cuando acepta el caso, ¿busca esclarecer la verdad, que se haga justicia, o trabaja para el cliente?

El caso Saida es de esos pleitos que, después de estar 40 años ejerciendo, me dice que siga otros 40 años más.

Hemos celebrado galas desde el año 1965...

Y hemos tenido la suerte de que no haya pasado nada. El caso Saida es el punto de inflexión para una nueva etapa en el Carnaval. Tenemos que profesionalizarnos.

¿Han sido galas chapuceras?

Hemos celebrado galas no profesionales, vamos a calificarlas así. Sólo pienso lo que hubiera pasado de haber ocurrido en el teatro Guimerá o en la plaza de toros, o sobre el escenario en esa misma gala.

Pero es una concatenación de accidente y mala suerte...

No es de recibo que detrás del escenario hubiera 40 personas.

El director de la gala dijo que solo es responsable de lo que ocurre delante del escenario.

Eso es absurdo. Es responsable de que lo ocurre en toda la gala. Estamos hablando administrativamente. Otro tema es la contradicción con el guión y la escaleta.

¿Cada vez que habla Saida sube el precio del pescado?

¿De la indemnización?

No, me refiero a su descrédito.

Bueno, quizás sí... Yo no le he recomendado...

¿Saida o usted han pedido dinero a las televisiones?

Nunca.

¿Saida hará carrera en tv?

Saida tiene una recuperación complicada. Su ilusión era ser modelo y azafata.

¿Este accidente le ha roto su carrera como modelo?

Sí, sí. Completamente.

Pero tampoco era modelo.

Hacía desfiles y sus galas. Era guapísima. Se ha quedado consumida físicamente y está sedada.

¿Qué pasará con la indemnización?

Mapfre ha calculado 200.000 euros y está equivocado. Valoramos unos 500.000 o 600.000 euros según informe del forense, más daños morales. Será más de un millón de euros, más la incapacidad absoluta. La jueza fijará la consignación mínima a la aseguradora.

Pero si tiene la incapacidad, ¿cómo va a salir en una comparsa en septiembre, o en la próxima gala?

Hasta dentro de dos años no creo que pueda porque médicamente Saida no está en condiciones. No puede ni vestirse.

Si usted fuera el concejal de Fiestas, ¿hubiera dimitido?

Sí, y si fuera el de Seguridad, también, por dignidad política.

¿Habría defendido a Willy Jorge?

(Segundos de silencio). Me hubiese costado, pero si no me hubiera quedado más remedio hubiera aceptado. Esa es la abogacía: la defensa de unos intereses privados, o públicos.

¿Este caso se resuelve gracias a la póliza del ayuntamiento?

Sí, porque Willy Jorge poco tiene. Quizás podría haber también otra vía con la Cadena Ser (que patrocinó el traje de Willy Jorge).

La póliza del ayuntamiento cubre a Willy como participante.

Claro, tiene margen más que suficiente porque garantiza una cobertura de hasta seis millones.

Pero fija un sublímite de responsabilidad patrimonial de hasta 300.000 euros por víctima. ¿Cómo cubrirá el millón de indemnización?

Que la póliza no garantice la indemnización no significa que el ayuntamiento no sea el responsable. Si el seguro del ayuntamiento dijera que tiene límite, si no cubre Mapfre como compañía, está el ayuntamiento. O la Cadena Ser.

¿Hasta qué punto los diseñadores de Saida no tienen ninguna responsabilidad de que ella desfilara atada con un cinto al traje?

No tengo la culpa de que mi cinturón no sea como el de los aviones, porque nadie me dijo que debía ser así. No es una culpa concurrente.