La foto es de archivo, obviamente, pero ayer las agencias se apresuraron a sacar imágenes de la fallecida princesa Diana de Gales con motivo de una revelación: la Policía Metropolitana de Londres ha anunciado un nueva "evaluación" del accidente de tráfico en el que murió la mujer que tanto incomodó a la monarquía británica tras recibir nueva información "relevante y creíble" sobre el suceso, que se archivó policialmente hace cinco años.

Lo cierto es que estamos en vísperas del decimosexto aniversario del accidente en París en el que murieron la princesa, su novio Dodi al Fayed y el chófer del automóvil en la madrugada del 31 de agosto cuando eran perseguidos por varios automóviles de periodistas y fotógrafos de la prensa del corazón.

Aunque Scotland Yard ha restado importancia a esta "revisión" del caso (el padre de Al Fayerd sigue manteniendo que se trató de un asesinato), el comunicado policial de ahora adelanta que la Unidad de Delitos y Operaciones va a estudiar unos datos inéditos que, según la cadena de televisión Sky, proceden de un militar que se los habría transmitido a sus suegros. Eso no significa una reapertura de la investigación sobre el siniestro. Ya en abril de 2008 se determinó que la causad del brutal choque dentro del automóvil dentro de un túnel se debió al estado de embriaguez del conductor Henri Paul. El padre de la pareja de la princesa Diana, Mohamed al Fayed, siempre ha mantenido que la pareja fue asesinada en un complot de los servicios secretos británicos, con el duque de Edimburgo (marido de la reina Isabel) como gran instigador. Sea como fuere, la novedad ha levantado gran expectación.