Tejina vivió ayer, con renovadas fuerzas, su tradicional ofrenda ante la imagen de San Bartolomé. Tejineros y tejineras rindieron homenaje a su santo patrón con productos del campo y con las artesanales e "irónicas" tortas" que llenaron de contenido los pesados armazones de madera y metal en forma de corazón de los tres barrios de siempre: El Pico, Calle Arriba y Calle Abajo. Sus vecinos son protagonistas de un arte efímero que cada año concentra en la plaza de la iglesia a miles de personas.

Llegó el día de la esperada cita y el pueblo de Tejina cumplió con la tradición de rendir sentido y emotivo homenaje a la imagen de San Bartolomé. Lo hizo a través de una ofrenda con productos típicos del campo tejinero que dan forma, colorido y contenido a los corazones. Limones, piñas tropicales, peras, uvas... Y como elemento común, además de hojas de haya, las tortas. Comunes en los tres, sí, pero al mismo tiempo elemento diferenciador, pues cada artista plasma y esculpe la figura que más oportuna le parece, bien puede ser una escena costumbrista o una ironía con la que intentar sonrojar al vecino de otra calle. Como ejemplo, la piña que está a punto de zamparse a un limón -la piña es propia de la calle de Arriba y el limón de la de Abajo. Sano pique el de los tejineros que con el paso de los años han logrado enriquecer la tradición.