El popular actor Paco León regresó ayer a las pantallas de Telecinco con el capítulo 200 de la serie "Aída", la más longeva de las ficciones nacionales, y a la que el actor sevillano, inmerso ya en su nueva cinta como director, se mantiene fiel porque el público así se lo exige, asegura, ya que tiene "ansia" de comedia.

"Una serie como "Aída" es más necesaria que nunca en estos momentos, y sus nuevos capítulos se van a recibir con ansia", explicaba el actor y director a un grupo de periodistas tras la presentación del especial que se estrena mañana, celebrada en el reciente Festival de Televisión de Vitoria.

León no se siente encasillado en su personaje de Luisma, que define como "un Mortadelo que te permite cambiar y ser el mismo al mismo tiempo".

Es más, León explica que a esta serie, que considera más suya "que de nadie", le ha insuflado el positivismo que marca su personalidad: "Soy optimista y feliz de carácter, son cosas que le aporto a mi personaje, un yonki que se enamora de una puta y encima no tiene dinero".

Sobre su contacto con el público, asevera: "Mucha gente me conoce como Luisma, pero también saben quién es Paco León, el actor no está completamente escondido".

La popularidad le ha permitido cumplir con los sueños de un "artista inquieto", y por esto está muy agradecido al "impacto mediático" de la serie. "En estos nueve años he hecho tres obras de teatro, cuatro películas, y me he estrenado como director de cine...", apostilla.