Miren ustedes, cabe la posibilidad de que todo se haya hecho muy mal. Cabe. Pero hay una serie de personajes que están detrás de todas las denuncias que se han hecho en los últimos años y que provocan una estampida de los empresarios. Se van. Aquí no invierte nadie. En mi contra, los supuestamente aludidos pueden decir que ellos sólo denuncian presuntas irregularidades. Entonces todo es irregular. Son los del "no a todo", definición cuya autoría me apunto porque fui el primero que la sacó a la luz (y ya está bien de que se apropien otros de mis brillantes ideas). Quieren que se cierre la refinería; quieren cargarse EASA y Sacyr; quieren meter en el talego a iguel Zerolo y a unos cuantos más; han llevado a los juzgados a Pedro Doblado; quieren liquidar el parque marítimo de César anrique; quieren que el Carnaval se traslade a Pernambuco. Oiga, ¿qué pasa aquí, caballeros? Conste que no me refiero ni a un empleado de Prisiones llamado Corrales (que ha pertenecido a todos los partidos del planeta y no descarto la posibilidad de que acabe en el PP); ni a un tal Felipe Campos, hombre de negro, solo ante el peligro, como Gary Cooper; ni a mi antiguo amigo Santiago Pérez, que ya no quiere seguir en la política, sino crear pececillos de esos que se comen los callos cuando metes la pata en la pecera; ni a Antonio "el etralleta"; ni a José Ángel artín (quiero ver ese título de licenciado en derecho). No, no me refiero a ellos, que aman tanto a Tenerife y que desean que esta isla progrese y que no se apuntan a esa corriente deleznable del "no a todo" y de la denuncia por la denuncia. e refiero, sencillamente, a los del "no a todo". Si ellos se consideraran inmersos en esa corriente que acoge con tanta simpatía la Fiscalía Anticorrupción (porque parece que le ahorran trabajo), pues me refiero a ellos también. Si no, pues no. A mí me da igual lo que puedan decir de mí, porque yo lo que quiero, como es público y notorio, es que no me duela la pierna. Y tengo la edad y los cojones suficientes (bueno, o eso creo) para hablar de lo que me dé la gana porque, además, aquí me dejan hablar de todo. Tenerife, la isla, está harta de que en la de enfrente se puedan hacer cosas y aquí no (han modificado el plan del Puerto de la Luz para construir un parque temático en él, debido a la iniciativa privada, y nadie ha rechistado, como es lógico). Aquí no se puede hacer absolutamente nada, porque siempre hay un mago mirando. Ahora, incluso, ha aparecido una vieja escritura de Las Teresitas del año 67, en la que se dice que el Ayuntamiento era dueño de la playa, por lo que no tenía necesidad de comprarla de nuevo. ¿Qué pasa, que ya no hay Registro de la Propiedad? ¿Que un ciudadano no sabe quién es el dueño de un inmueble, ni de un solar? Con ese documento quieren empurar más a iguel Zerolo, que tenía diez años en 1967 y que no tenía por qué saber hoy de la existencia de la escritura, porque supongo que compradores y vendedores, en la última operación de la playa, lo primero que habrán hecho es ir al Registro de la Propiedad a pedir el certificado de cargas y gravámenes y de titularidad, que es lo elemental cuando uno va a hacer una compraventa. Pues con los del "no a todo", a los tinerfeños se nos ha puesto cara de delincuente. Yo creo que desde que se creó en España la Fiscalía Anticorrupción a los españoles les sobrevino una especie de cara de golfos, porque antes éramos todos presuntos culpables, pero hemos pasado a ser presuntos inocentes. Yo, que me había prometido a mí mismo no escribir más nunca de estas cosas, he caído en la trampa y ya me ven, defendiendo mis ideas como un poseso. La isla se muere de hambre; ya nadie invierte un puto euro aquí porque las normas son tan contradictorias, tan absurdas, tan susceptibles de no acertar nunca con ellas, tales trampas saduceas, que quien tiene un euro se va a invertirlo a Agadir o a iami o a Córcega, pero no a esta isla de mierda donde todos somos muy malos. Todos menos ellos. ¿Y qué hago yo ahora? ¿Aconsejar a los inversores que se vayan a la Gran Canaria, o a la Gran Puñeta, que es territorio comanche donde los del "no a todo" no tienen jurisdicción?