El hombre que ayer presuntamente asesinó a su padre en Zalla (Bizkaia) fue el que avisó a los servicios de emergencia, al llamar desde el domicilio común para pedir una ambulancia que atendiera a su madre, afectada por inhalación de gas, han informado fuentes de la Ertzaintza.

El presunto asesino, F.M., de 52 años de edad, mató anoche a su padre, de 84 años, del mismo nombre, al parecer de varias puñaladas, y se intentó suicidar después en las vías el tren, pero no lo consiguió, aunque está herido muy grave.

El suceso ocurrió sobre las nueve de la noche en el domicilio familiar de la localidad vizcaína de Zalla, situada en la comarca de las Encartaciones, a unos 20 kilómetros de Bilbao.

En el piso vivían los padres con el hijo. Fue el propio parricida el que avisó al número de emergencias, el 112, para pedir una ambulancia para su madre.

Cuando llegaron los sanitarios al lugar, encontraron al padre muerto, con varias heridas al parecer causadas por puñaladas.

Además, encontraron a la madre afectada por inhalación de gas, pero la mujer no presentaba ningún síntoma de violencia, según la Ertzaintza.

Había un fuerte olor a gas porque había una espita abierta, gas que había afectado a la madre, trasladada al hospital sin que su vida corra peligro.

Minutos después, la Ertzaintza recibió otro aviso de que un hombre se había arrojado a las vías del tren en el cercano apeadero de Bolumburu, cuando pasaba un convoy procedente de León.

El hombre era el hijo y presunto asesino, que sufrió heridas muy graves en la cabeza al ser arrollado y fue trasladado por los servicios de emergencia al hospital de Cruces. La Ertzaintza le detuvo por el presunto parricidio, y el tráfico ferroviario permaneció cortado durante una hora.