Miembros de la Guardia Civil investigan las circunstancias que rodearon la muerte de un hombre de 67 años de edad cuyo cadáver apareció en la mañana de ayer en el interior de un coche en el barrio de Fátima, en el municipio de Güímar. El cuerpo estaba parcialmente quemado y el objetivo de los agentes es determinar cómo fue la muerte de esta persona. Los agentes barajan la hipótesis de que unos terceros "lo intentaron quemar", por lo que se averigua si se trata de un homicidio o un asesinato. No obstante, como siempre en estos casos, habrá que esperar los resultados de la autopsia. A expensas de que se confirme la identidad, en la jornada de ayer por parte de las fuerzas de seguridad se contemplaba la posibilidad de que fuera un médico, vecino de La Laguna y que trabajaba en una clínica de Santa Cruz de Tenerife.

Según explicaron algunas fuentes, a dicha persona, que nació en 1946, la buscaba su familia en la mañana de ayer. El cadáver fue encontrado en el interior de un Citroën C4 Picasso de color beige metalizado, que, en principio, no figuraba como sustraído.

El trágico suceso se produjo en la zona de Fátima conocida por los lugareños como Chogo, junto a la charca de dicho barrio.

Para llegar hasta el lugar donde fue hallado el automóvil, el conductor circuló por la calle Francisco de Ortuño y después accedió a un camino asfaltado, que es la única entrada y salida para los propietarios de una vivienda de dicho enclave.

Otra de las fuentes consultadas explicó que la familia que reside en dicha casa unifamiliar detectó la presencia del Citroën a las 6:20 horas aproximadamente.

En un principio, llegaron a pensar que podía tratarse del turismo de un familiar, pero descartaron tal posibilidad al verificar que no tenía la misma matrícula.

Según otra de las fuentes consultadas, el Citroën pertenece a una empresa que entre sus funciones tiene la de realizar servicios de visitas médicas y la distribución de material fungible.

En ese momento, los vecinos observaron que al coche le salía humo por los laterales.

Lo primero que hicieron fue tocar en los cristales para ver si había alguien en el interior, pero no obtuvieron respuesta.

Posteriormente, los testigos avisaron a la sala operativa del 1-1-2, que activaron a los cuerpos de seguridad para que determinaran qué había ocurrido. Hasta el citado paraje de Fátima acudieron agentes de la Policía Local, que fueron los primeros que detectaron que en el interior del turismo había un cadáver.

Supuestamente, los agentes municipales vieron una cabeza y las manos.

El cuerpo estaba en el asiento trasero y sentado por el margen izquierdo. Además, la tapicería del techo se desprendió y cayó parcialmente sobre la persona fallecida. Según un testigo, junto al coche había restos de sangre.

Ante dicha circunstancia, los agentes municipales activaron a la Guardia Civil para que se hiciera cargo de la investigación y determinar las circunstancias de la muerte. Hasta el paraje de Chogo acudieron agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Santa Cruz de Tenerife, así como tres profesionales del Equipo de Criminalística del Instituto Armado. El análisis del vehículo y la recogida de muestras en el lugar del hallazgo se prolongó durante horas.