La provincia de Santa Cruz de Tenerife tiene instaladas un total de siete cajas dispuestas y señalizadas para acoger mecanismos de control de velocidad. Pese a esta cifra, en este territorio solo hay cuatro radares, los cuales se alternan entre las citadas cajas, según aseguraron fuentes de la Guardia de Civil de Tráfico.

De esta forma, al menos, tres de esas siete cajas permanecen de forma constante vacías en las vías tinerfeñas, convirtiéndose en meros instrumentos disuasivos para que los conductores no superen los límites de velocidad.

Este hecho no se ha estado produciendo en los últimos meses por falta de recursos económicos, sino que "siempre ha sido así en esta provincia; hay más cajas que radares", destacaron las mismas fuentes, que detallaron que fue con la instalación de los controles de la Vía de Ronda (Tenerife) que llegó el cuarto radar, "hasta entonces había cinco cajas y solo tres mecanismos".

Cabe señalar que esta práctica "no es ilegal", señalaron las fuentes, que añadieron que no está previsto la llegada de más radares.

Ante la falta de radares para cubrir todas las cajas que hay instalas, Tráfico alterna los radares por los diferentes lugares establecidos para ello en función de criterios internos. De esta forma, los conductores desconocen si el control fijo por el que pasan está en funcionamiento o no.

De ahí que esos "rumores" de aquellos conductores "despistados" que han circulado a más velocidad de la establecida por alguno de estos radares fijos y nunca les ha llegado la multa encuentre una justificación.