Ser joven y pertenecer a Coalición Canaria de La Palma tiene mucha importancia para participar en la Transvulcania. No como atleta, para eso la clave es entrenar mucho y bien, pero sí a la hora de colaborar con la organización, estar cerca de las "estrellas" y, de camino, recibir unos centenares de euros como incentivo.

De las facturas que el grupo de gobierno en el Cabildo dio a conocer a la oposición sobre los gastos de la ultramaratón en su edición de 2013, de reconocido prestigio internacional y que supone una inyección económica y promoción de incalculable valor para la Isla, se desprende que el consejero insular de Turismo y principal responsable de organizar la prueba, Julio Cabrera, decidió contar casi en exclusividad con conocidos, familiares de sus amigos o, al menos, con jóvenes de su formación política para que le echaran una mano. Eso sí, pagando ciertas cantidades de dinero público, unas más importantes que otras.

En la Transvulcania se creó la figura de los "transfer". Según ha podido saber EL DÍA, se utilizaron para el transporte principalmente de atletas. Ir a buscar a Kilian Jornet, llevar a Hernando... es decir, como conductores. Para dar prestigio a la prueba. Seguramente estarían también dispuestos a colaborar en todo aquello que hiciera falta. Desde descargar cajas a llevar el agua. Hubo 12 personas con ese trabajo, de los que al menos nueve, son los que ha podido certificar esta redacción, están vinculados directamente a Coalición Canaria.

El presupuesto que se destinó a los "transfer" superó los 7.500 euros. La mayor cantidad fue para un piloto de coches "unido" a los nacionalistas, que se llevó 2.551 euros, mientras que los que menos percibieron fueron curiosamente dos familiares cercanos al exalcalde de Los Llanos de Aridane, Juan Ramón Rodríguez Marín, obteniendo entre ambos unos 250 euros. Y es que, a la postre, el dinero ganado como conductor tampoco es la clave. El problema radica en los criterios, por denominarlos de alguna manera, que Julio Cabrera utilizó para seleccionar al personal o, viéndolo de otra manera, que le llevaron a descartar, a ni tan siquiera llamar, a otros jóvenes con diferentes ideologías políticas pero que estarían encantados con colaborar en una prueba única como es la Transvulcania.

Entre los elegidos, cuyas horas de trabajo en favor de la prueba no quedan especificadas en las facturas, también hay un familiar director de Pedro Tomás Pino, director general de Estructuras Agrarias del Gobierno de Canarias, que recibió 350 euros, o el expresidente de los jóvenes de Coalición Canaria en La Palma y del comité local de los nacionalistas en El Paso, Carlos Iván Pérez Hernández, quien curiosamente también estuvo contratado en Sodepal, empresa pública del Cabildo palmero. Y es que, al final, todo queda en casa.

Hay jóvenes que no han tenido una presencia activa en la política de CC, cuyos nombres por tanto no son relevantes, pero otros sí. Es el caso, por ejemplo, de Didier Fernández González, presidente del comité local de los nacionalistas en Breña Baja, que percibió 750 euros por su labor de "transfer".

Hay que resaltar que el trabajo realizado por estas personas, por encima de cómo fueron elegidas, hicieron más grande la Transvulcania. Nadie discute su labor, seguramente hasta mal pagada para el esfuerzo que conlleva, como tampoco se pone en entredicho que se hayan tenido que ingresar 2.721 euros a Los Salvapantallas, 535 al speaker de la prueba, persona que conecta con los atletas y el público; 767 por un servicio profesional de azafatas, 3.618 euros al Colegio Oficial de Fisioterapia y cerca de 5.000 euros para la limpieza del trazado, pese a contar con personal de Medio Ambiente. Pero eso no quita que haya otras formas de contratar los servicios que se precisan. Otra forma más transparente y abierta a todos.