El 75% de las defunciones registradas en Canarias durante el año 2011 se produjeron por tumores (30,2%), enfermedades del sistema circulatorio y cardíaco (24,9%), enfermedades endocrinas y nutricionales (10,4%) y enfermedades respiratorias (9,6%), según el último informe publicado por el Instituto Canario de Estadísticas (Istac) de Análisis de la Mortalidad desde 1999.

En concreto, de las 13.565 personas residentes en el Archipiélago que fallecieron durante ese año, más de 4.100 padecían algún tipo de cáncer, siendo el que causó mayor mortalidad el de pulmón con 803 casos.

Los infartos agudos de miocardio y las isquemias de corazón acabaron con la vida de 831 y 549 personas respectivamente. Sin embargo, un dato que preocupa a los especialistas de Salud Pública es las elevadas cifras de mortalidad vinculada a la diabetes que sigue registrándose y que en 2011 acabó con la vida de 1.194 canarios.

Para valorar la magnitud de estas cifras causadas en su mayoría por enfermedades que pueden prevenirse o controlar para que no resulten mortales, se pueden comparar con las 52 muertes causadas por los accidentes de tráfico o los 58 ahogamientos.

Y es que, respecto a 2010, tanto las enfermedades oncológicas como las cardiovasculares se incrementan levemente (2,1 y 1,0%), mientras que las patologías relacionadas con la alimentación y las vías respiratorias lo hace de forma más clara (24,1 y 17,7%, respectivamente).

En 2011, las diez primeras causas de muerte ocasionaron el 46,83% del total de fallecimientos, un 2,6% superior a 2010.

Las tres primeras causas, la enfermedad isquémica del corazón, la diabetes mellitus y el cáncer de tráquea, bronquios y pulmón, fueron las responsables del 24,9% del total de fallecimientos.

El 55% (7.454) de estas muertes afectaron a los hombres, siendo La Gomera, El Hierro y Fuerteventura las islas donde la relación de fallecidos entre hombre y mujer es mayor (en torno a 16 hombres por cada 10 mujeres).

Con estos datos, el Istac concluye que la tasa bruta de mortalidad, que está muy influenciada por el grado de envejecimiento de la población, fue de 6,4 fallecidos por cada 1000 habitantes, lo que supone un 6% más que la de 2010.