Andrés Molina es uno de esos tipos a los que no les agrada hacer demasiado ruido; un artista que está convencido de que los miedos solo se espantan con trabajo y poniendo el corazón al servicio de empresas como las que mañana, a partir de las 21:30 horas, lo situará en el escenario del teatro Leal de La Laguna junto al poeta Pedro Flores y el pianista Samuel Labrador. Xerach Gutiérrez, director general de Cultura del Gobierno de Canarias, María José Castañeda, concejal de Cultura del consistorio de La Laguna, y Yeray Rodríguez, edil responsable del área de Turismo del Ayuntamiento lagunero, acompañaron a los artistas en el acto de presentación del proyecto de "Los hombres que bebieron con Dylan Thomas".

Molina se mostró ayer cauteloso pero, a su vez, feliz por haber conseguido llegar en esta situación a la jornada de mañana. "Este es el final de un trabajo que se empezó a fraguar hace ya dos años", dijo el cantautor sobre la grabación en vivo de un cd-DVD que contiene un libreto con los poemas escritos por Flores. "Los miedos se acaban venciendo con muchas horas de ensayos y en esta oportunidad hemos agarrado bien fuerte este proyecto para que todo termine saliendo bien", admitió Molina.

Andrés y Samuel han sido los encargados de dotar de una identidad musical a los versos de Flores. "Pedro es el hijo conductor de una aventura que nos ha exigido muchísimo", reiteró el cantante. "El germen de los dos conciertos es el mismo, pero en este hay unos sentimientos distintos", matizó Molina respecto a la grabación que hizo también en el Leal -en el año 2010- del disco "Desnudos".

"Yo vine obligado a esta rueda de prensa", señaló el poeta Pedro Flores sobre su participación en el acto de ayer. "Soy un poco atrevido y he perpetrado 36 sonetos -de los que se han musicalizado 20 para "Los hombres que bebieron con Dylan Thomas"- porque la poesía es un género algo secreto, oscuro y endogámico", enumera un escritor que está convencido de que "los versos que sonarán en el Leal van a tener más protagonismo que los que se incluyen en un libro de poesía dada la calidad de los dos músicos con los que comparto esta experiencia".

Samuel Labrador, por su parte, agradeció la oportunidad de compartir proyecto con Andrés Molina, según él, "uno de los cantautores más importantes que hay en este país y un artista al que no se le ha dado el tratamiento que merece su calidad", argumentó de su presencia en un tercero entre veinte sonetos que definió como innovadora. "Desde hace tiempo me seduce la calidad de Andrés, pero es que Pedro es un gran poeta".